Revista Literatura
Fuente situada en la terraza de Bahía Porto Bello
María se sentía feliz...Después de luchar contra la muerte y vencer...por fin se sentía feliz.
Lo tenía todo. Tenía amor a su lado, tenía a su pequeña Julia; que era la razón de su vida. Con tan sólo mirarla podía sentir su corazón atrapado a esa sonrisa...Pero esa vida, tan sólo fue un cruel espejismo de la realidad.
Una fatídica noche todo se rompió en el asfalto. El amor se quedo difuminado en un túnel negro de la carretera. María dejó mucho de ella en ese instante. Fue su billete para entrar en la oscuridad total, de la que aún no había conseguido salir. Su corazón se rompió como cristal...
Hacia tres años de aquello. Desde entonces una manita de ángel había sido su conexión con el mundo. Era la que guiaba sus pasos. A través de ella podía sentir los colores de un hermoso atardecer. El sonido de su voz...tan cristalina, de niña; conseguía mantener el latido que la unía a la vida.
Y María sin ver, consiguió salir de aquel oscuro túnel; a través del amor de Julia...
Tuvo que aprender a vivir de nuevo, tuvo que levantarse como el ave fénix...resurgir de sus cenizas. En un auténtica espiral de fuerza, de pulso contra ella misma...Lo consiguió.
Todas las tardes, a la hora en que el sol se posa en el horizonte y parece querer refugiarse del mundo en una sinfonía cromática; María tomaba su té en el Porto Bello. Para ella era todo un regalo, ya que sentada frente al mar, podía notar la brisa...que le traía susurros de otras tierras, de otras vidas. Podía oír el canto de las gaviotas, que juguetonas parecían querer dejarle el mensaje de que sí, que se puede volar...se puede soñar.
Ella se sentaba siempre en la misma mesa. Orientada hacia los rayos de sol del atardecer...Estos se reflejaban en su pelo como haces de luz. Sus ojos, sus preciosos ojos azules, ahora sin vida...parecían recobrarla con su reflejo. Creando como pequeñas estrellas nova sumergidas en aguas azules...serenas.
Una tarde, al llegar noto algo diferente sobre su mesa. Con curiosidad movió sus dedos y al tacto descubrió tener entre sus manos una rosa. Sonrió y noto como se ruborizaban sus mejillas. Y así una tarde tras otra, cada vez que se sentaba en esa mesa...encontraba siempre...su rosa.
Algo en su corazón empezó a despertar. Algo que ella creyó que jamás volvería a sentir resurgía en su interior. Y empezó a soñar de nuevo...En su mente todo tipo de imágenes se cruzaban llenas de curiosidad...llenas de ilusión.
Pasaron seis meses de la misma forma, hasta que un atardecer; cuando se sentó en la mesa había alguien esperándola...
- Hola...La rosa que te regalo, quiero que sepas que es amarilla. Es la que más me gusta. Y a ti te quiero ofrecer lo mejor - dijo una voz profunda y cálida.
María se sentó y le sonrió.
-Hola...-contestó ella.
En ese momento supo...que si. Volvía a decir SI AL AMOR...
Mary esto es para ti. Es mi regalo. La vida nos trae cosas, muchas cosas que nos cuesta aceptar...a cambio nos regala otras que nos llenan el corazón, que no tienen precio. Cariño, no te permitas nunca, nunca dejar de soñar. Tu eres fuerte lo se. Os quiero mucho a ti y a mi pequeña Julia.
Bueno, queridos amigos de bloguer con las siguiente fotografías os quiero enseñar el lugar donde trabajo. Bahía Porto Bello. El sitio perfecto para soñar para alguien como yo...
El Porto Bello es lo que tiene...somos una gran familia. Con muchas historias que me sirven de inspiración para poder realizar mi sueño...escribir. He tenido el placer de trabajar con gente que me ha enseñado mucho y de la que todavía aprendo.A parte de todo esto me regala el placer de poder estar rodeada de mi familia. ¿Que más se puede pedir?.