Edición: Siruela, 2018 (trad. Pablo González-Nuevo)Páginas: 232ISBN: 9788417454470Precio: 19,95 € (e-book: 9,99 €)
Un pie en el paraíso (2002), la primera novela de Ron Rash (Chester, Carolina del Sur, 1953), un autor que por entonces ya había publicado poesía y relatos, se enmarca en la tradición del sur de Estados Unidos, esa que tantas alegrías ha dado a la literatura (William Faulkner, Eudora Welty, Carson McCullers, Flannery O’Connor...). Ron Rash cuenta con una trayectoria sólida en su país, aunque aquí es un desconocido –solo se había publicado En lo más profundo del río (Punto de Lectura, 2007); mientras que su obra más aclamada, Serena (2008), sigue sin traducir–. Viene avalado por Alice Munro y Edna O’Brien, dos escritoras a las que servidora tiene en alta estima. Entre esto y mi fascinación (literaria) por ese sur tan sórdido, no quedaba otra que leerlo.Corren los años cincuenta en un condado rural de los Apalaches cuando un hombre, veterano de guerra, desaparece sin dejar rastro. Tanto su madre como el sheriff están convencidos de que lo ha matado otro, pero el cuerpo no aparece. El tipo no era lo que se dice ejemplar, por lo que a nadie le sorprende que pueda haber terminado así. A partir de este suceso, el autor desgrana los acontecimientos previos a la desaparición, una trama de pasión y venganza que involucra a varios personajes de la localidad. Lo importante no es averiguar qué ha ocurrido con el hombre –enseguida se revela–, sino que este hecho sirve de puente para revolver lo que de verdad interesa a Ron Rash: esa sociedad sureña embrutecida, llena de sombras, de costumbres anquilosadas, en la que nadie es inocente del todo, por mucho que no se haya manchado las manos.Ron Rash es un gran narrador, ameno, con sentido del humor y oído para el diálogo. Firma una historia dinámica que entretiene y a la vez posee revestimiento «literario». Carson McCullers decía que lo característico del gótico sureño es su planteamiento de la crueldad con un tono de escritura que se permite lo liviano, lo cómico; de este modo profundiza en los recovecos del alma humana. Esta obra es así, detrás de la ficción hace una radiografía de ese sur de antaño, violento, turbio y desigual. Cada parte está narrada por uno de los protagonistas, sin que se pierda el ritmo, y cada uno tiene, claro, sus conflictos: la ascensión social, el matrimonio, el deseo de tener hijos, las secuelas de la guerra, el distanciamiento dentro de una familia, la soledad, el perdón. Una sociedad de contrastes, en la que ni siquiera el sheriff (primer narrador y un personaje memorable) se libra de las manchas, aunque de entrada esté en una esfera superior al resto (tiene estudios y está casado con la hija de un médico). En la práctica, todos, los afortunados y los humildes, los tranquilos y los bravucones, afrontan problemas no tan diferentes. No falta en el elenco la «bruja» de turno, o anciana ermitaña, representante de las supersticiones inherentes a este sur tan rancio.
Ron Rash
El relato se encuadra, además, en un marco «mítico»: más allá de la acción individual, el destino, como en la tragedia griega, supera a los personajes, perseguidos por sus errores, la culpa y el castigo. Esto se extiende al pueblo en conjunto, que se halla en proceso de desaparición porque una compañía eléctrica pretende construir un lago. La historia culmina en una catarsis redonda. Tiene bastante en común con Fuego en la montaña (1962; Errata naturae, 2018), una novela de Edward Abbey (1927-1989) que también se recuperó el pasado otoño (¿renace el interés por la narrativa de la Norteamérica campestre, esa de hombres recios, aventuras, traición y encuentros furtivos?). En cualquier caso, Un pie en el paraíso es una novela altamente disfrutable, escrita con oficio, con personajes muy bien perfilados y un aire de historia clásica que hoy cuesta encontrar. Ojalá no sea lo último que se traduzca del autor.