Bueno, para ser exactos, dos puertas en toda la vivienda, la de entrada y la del baño, pero ¡alguna tenía que tener! La elección de no tener puertas es una técnica perfecta para ganar en espacio y luminosidad. En un piso/habitación pequeña el espacio de apertura de la puerta a veces nos puede impedir colocar un armario u otro mueble, por lo que perdemos metros útiles. Por otra parte la luz corre por toda la casa entre los arcos, dando más sensación de amplitud. Escaso en muebles, el piso está decorado en un estilo nórdico más minimalista y funcional con buenas calidades, tanto en la cocina, como el baño, la gran asignatura pendiente de muchos pisos que os enseño :S Por cierto, en este piso y como ayer también parece que vive un hombre ¿qué creéis?
Vía: Skeppsholmen