Lo primero que me llamó la atención al ver esta vivienda fuè su distribución, planta rectangular separada en dos espacios diáfanos y la cocina integrada a la vez que independiente del salón mediante las puertas correderas. A pesar de ser 66m dan la sensación de ser muchos más.
Se trata de un piso de nueva construcción en el centro histórico de Málaga que la interiorista Pili Molina ha decorado con pocas piezas de estilos dispares pero que conjugan perfectamente.
Algunas de las piezas que decoran el salón como el velador son de la tienda malagueña la albaida.
Un piso alegre y luminoso muy bien solucionado.
Imágenes: mi casa