Antes de los años sesenta, dicen, porque este vecino era muy pequeño, decir “vasco” era decir una persona seria y fiable cien por cien. Desde entonces la cosa cambió mucho y hasta hace pocos años, al menos, la figura del vasco ha sido maltratada entre todos los bandos. Porque se quiera o no, siempre se ha tratado de eso, incluso entre los mismos vascos. Y todavía no nos hemos podido quitar ese “sabor” a independencia, lucha, y muerte.
Hace unos años se dio un pequeño paso, y este vecino no se refiere a la nota del cese de las actividades por parte de ETA, sino antes, cuando en ETB, la televisión autonómica, seguimos con siglas, primero con un programa pequeñito, "Vaya semanita", que se fue haciendo cada vez más grande, y que se exportaba a las demás autonomías, dimos pruebas de que nos podíamos reír de nosotros mismos, y tratar de temas hasta entonces “sagrados”, que se entienda bien, y prohibidos, por lejanos, al mundo del humor.
Lo de “Ocho apellidos vascos” parecía la consagración vía taquilla millonaria de un fenómeno de normalizar lo que debía de ser normal, pero con lo de Garitano, entrenador del Eibar, y sus declaraciones tras el partido con el Almería, volvemos a la cruda realidad.
Parece ser que solo fueron dos representantes de medios de comunicación, porque según se ha dicho luego, no eran ni periodistas, los que se sintieron molestos con las declaraciones en euskera, de las que luego se hubiera hecho en resumen, pero que ni dio tiempo a hacerlo.
¿Si te preguntan en euskera cómo respondes? Me parece lógico que en euskera, sino sería un desaire a dicho medio, cuando tú sabes hablarlo. Cuando juega el Barcelona por ejemplo, estamos cansados de ver que les preguntan en catalán y se responde en dicha lengua, y se hace un pequeño resumen en castellano.Lo que ocurre, y en opinión de este vecino, es que el catalán, visto desde fuera, todavía se puede entender e intuir algo, pero el euskera no. Y lo dice con conocimiento de causa, este vecino, que siendo vasco, no lo habla. Y todo lo que no se entiende está predispuesto a ser tomado con un aroma a sospecha.
El que mejor se portó en la rueda de prensa, fue el jefe de prensa del Almería que dio muestras de estar en su sitio y de decir lo que se tenía que decir.De los dos representantes de medios de comunicación que dieron el cante, no se sabe si se los tragó la tierra, o la vergüenza de su salida de pata de banco les ha hecho transformarse en otros, y no darse a conocer nunca más.
Por lo demás el Señor Garitano, como debe de ser, está más preocupado por el trato que le están deparando los árbitros al Eibar, aunque como ayer, juegue en su casa con el Sevilla, que lo ocurrido en Almería. Porque, desgraciadamente, ser vasco, y en muchos sitios todavía, es presentarse con un plus en contra. Lo de la "normalización", sí que es una película, más que "Ocho apellidos vascos".*FOTO: DE LA RED