Ahora que de repente el cielo se ha vuelto gris y
ha empezado a llover de nuevo, me he arropado un poco y me he puesto a leer algo de poesía.Soñé que estaba buscando algoguardado o perdido tal vez en algún lugarbajo la cama, bajo las escaleras,
en mi antigua dirección.
Revolvía en armarios, cajas y cajones
llenos en vano de objetos sin objeto.Sacaba de las maletas
años y viajes pasados.Sacudía de los bolsillos
cartas secas y hojas no para mí.Recorría sofocada
mis estancias y distanciasde quietudes e inquietudes.
Quedaba atascada en túneles de nieve
y desrecuerdo.Me enredaba en espinosos arbustos
y conjeturas.Apartaba el aire
y la hierba de la infancia.Intentaba llegar
antes de que cayera el ocaso del siglo,el telón y el silencio.
Y al final dejé de saber
qué era lo que tanto buscaba.Me desperté.
Miré el reloj.El sueño había durado apenas dos minutos y medio.
Estos son los trucos a los que está obligado el tiempo
desde que comenzó a toparsecon cabezas dormidas.
Wislawa Szymborska
Pasen un buen día.