Como algunos me lo habéis pedido por diferentes vías os dejo algunas fotos de la fauna que me he encontrado durante estos meses en la zona argentina en la que he vivido y trabajado. Los paisajes que más he frecuentado son zonas urbanas y periurbanas por un lado, y zonas de pastizal generalmente humanizadas en donde se intercalan terrenos relativamente naturales con fincas dedicadas a ganadería o cultivo.
Pese a lo que cabría esperar, y teniendo en cuenta además lo homogéneo del terreno, la biodiversidad resulta suficientemente estimulante, y algunas especies como el ñandú parecen aprovecharse de estos cambios producidos en el paisaje, acercándose cada vez más a la ciudad.
Como ya dije en la anterior entrada puedo decir que he visto bastantes mamíferos. Posiblemente junto a los frecuentes cuises lo que más he visto son zorros pampeanos, incluyéndose en dos ocasiones zorreras con cachorros sin una pizca de miedo. La gente de campo considera que hay muchos, no caen bien, algo que parece ser común a los cánidos allá por donde vayas (chacales, coyotes, lobos, zorros europeos…)
En cuanto a aves cuesta mucho elegir las más destacadas, pero me dejó bastante estupefacto el chiflón, tanto por sus colores como por sus extraños movimientos corporales cuando se desplaza (principalmente me llama la atención su cuello). El carancho es otra ave que hipnotiza, transmite energía y seguridad, y pese a ser común no te cansas de verlo. De entre los pequeños pajarillos que te encuentras con frecuencia ( como podrían ser en España el carbonero o el petirrojo) me dejó fascinado desde un primer momento el intenso color rojo del churrinche -nunca había un visto un ave roja tan roja.
Tras algunos años trabajando con cotorras, parte de mi interés como observador de aves era contemplar algunas de las especies propias de allí, por ejemplo la cotorra argentina, presente en buena parte de España como invasora. Pero Bahía Blanca tenía guardada una agradable sorpresa para mí, ya que en dicha ciudad se encuentra la que consideran la colonia urbana de loros más grande que hay, concretamente de loros barranqueros. Doy fe de que hay muchos, tanto en la ciudad como fuera de ella, y eso que algunos dicen que ha ido a menos.
En general al ser nueva prácticamente toda la fauna se puede decir que todo me ha gustado y me ha resultado llamativo, unos por su color, otros por su comportamiento, otros simplemente por ser nuevos y haberlos visto hasta ese momento sólo en fotografías…
Dejo también un foto del halconcito gris, que a juicio de los que sabían obviamente más que yo de fauna local de Bahía Blanca, es una especie difícil de ver, y nosotros tuvimos ocasión de hacerlo en más de una vez.