Revista Maternidad

Un poco de todo

Por Lamamadeunabruja @mamadeunabruja
Me da una rabia tremenda ver que mi última entrada en el blog fue hace un mes, en los casi cuatro años que llevo metida en esta historia no había habido una temporada de desierto tan larga, y me fastidia porque me gusta escribir y sobre todo porque existe un mes del que mis hijas sabrán poco cuando tengan edad de leer todo esto...
Ha sido un mes de mucho trabajo, queremos irnos de vacaciones a finales de junio y para ello he estado aceptando todas las campañas que me han salido. La semana pasada sin ir más lejos fue una auténtica locura, tuve la suerte de que mi madre pudo venir dos días a echarnos una mano con las brujas porque más o menos la semana consistió en que me levantaba a las 5 me iba a trabajar y estaba en casa a las 9,30 porque papá entra a las 10. Un par de días tuve que volver a hacer otra historia a mediodía dejando a la pequerña con una amiga que recogió del cole también a la mayor y se estuvo media horita con las dos hasta que yo llegué. El viernes en cuanto papá llegó a las 16,30 yo salía por la puerta hasta las 21,30 y el sábado por la tarde se tuvieron que quedar en casa de sus amiguísimas porque a mi madre le resultó imposible venir. Como digo una locura... pero no tuvimos otra opción...
He empezado a correr, eso que siempre dije que yo no haría, pero tanto oír que es algo adictivo, que una vez que empezas le coges el gusto, he decidido empezar, llevo sólo cinco días pero ya es más de lo que he hecho en toda mi vida. A mí me encanta ir a nadar pero entre que voy, me seco, me cambio y vuelvo a casa pierdo más tiempo del que dedico a estar en el agua, la ventaja de correr es que salgo de casa y ya está. En realidad, correr lo que es correr corro poco, he buscado información por la red y estoy siguiendo un plan que consiste en empezar andando tres minutos para correr dos repitiendo estos cuatro veces para progresivamente andar menos y correr más, y es la única forma de la que yo puedo empezar porque fondo no tengo ninguno. Poco a poco... He pensado que cuanto mejor llegue a los 40 menos mala será la crisis, jajaja.
Las brujas están que no paran. Está a punto de terminar el curso y miro a la bruja mayor y alucino con el cambio que ha pegado desde septiembre, sigue siendo una niña tremendamente tímida pero la ves con la gente que tiene confianza y se desenvuelve que da gusto, el mismo sábado que estuvo en casa de sus amigas me dijeron que estuvo genial (ella dice que no me echó de menos...), físicamente no sólo ha crecido sino que ha ganado muchísima destreza, y ya sin hablar de lo académico... alucino con como dibuja, colorea y escribe!!
La pequeña apunto de cumplir los dos años es un torbellino que me tiene matá a la vez que loca. Sigue sin decir más de cinco palabras pero sabe hacerse entender a la perfección, vive enamorada de su hermana mayor, cuando la recogemos del colegio los ojos le hacen chiribitas, la imita en todo, la persigue por el parque gritando algo que viene a ser su nombre, este verano que va a estar todo el día con ella creo que va a ser muy feliz (aunque sé que más de un día acabarán en lágrimas).
Poco a poco va cambiando sus ritmos, lo cual nos facilita seguir el ritmo de cole y tardes de parque de la mayor pero a mí me deja tiempo para nada. Ya no hay nada de siesta por la mañana (antes eran 30 minutos en los que yo hacía muchísimas más cosas de las que nunca hubiera imaginado), así que le tengo que dar de comer pronto y se duerme mientras nosotros tres comemos y recogemos, nunca jamás duerme más de una hora y cuarto de siesta, hasta en eso copia lo que hacía su hermana. Por supuesto el ratito que tenía yo antes para descansar después de comer ya ha desaparecido pero por otra parte hemos ganado en que por la noche están tan tan cansadas que para las 21,30 ya han caído las dos y tenemos un rato para nosotros.
Así que así estamos, cansados pero contentos... Espero ir sacando tiempo para poder pasarme más por aquí!

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