La poetisa colombina nos aporta un texto contra la violencia de género.

Cuentan que en el reino de las flores,
vivía una linda margarita,
que de blanco nácar se vestía
y en su cabello hermosas
mariposas se lucían.
Cuentan que a menudo,
su fino y suave canto se escuchaba,
al compás del trinar de un copetón,
quien hacía coro a su alegre canción.
Feliz la margarita una tarde conoció,
a un gallardo y elegante abejón,
y quiso probar las mieles del amor.
Cuentan que en el reino de las flores,
una margarita enamorada se casó,
y a dos capullos en sus ramas cobijó.
Pero su canto un día cambió,
y coplas tristes aburrieron
al refinado copetón,
quien alzó el vuelo y se marchó.
Cuentan que en el reino de las flores,
ahora vivía una margarita
muda, lúgubre y marchita
y es que su amado,
resultó siendo un atrevido
y cruel abusador.
Cuentan que entre si y no te quieros
el siniestro abejón,
a la margarita deshojaba
sin ninguna compasión.
(Margarita)