Es curioso como algunos secretos esperan agazapados casi pegados a nosotros, esperando a que un día, gracias al motivo que sea, demos con ellos. El de hoy resulta un descubrimiento relativamente especial para mí ya que se encuentra en la misma calle que vivo, a muy poquitos metros de mi portal. Lo había visualizado decenas de veces, ignorando el simpático dato que encierra. Pongamos rumbo al barrio de Chueca.
Si alguien pasa por la Calle San Marcos es posible que a la altura del número 41 quede impresionado por la belleza de este imponente portal. No es para menos. En esta zona establecieron sus viviendas importantes comerciantes y aristócratas a finales del Siglo XIX y sus residencias, no sólo tenían que estar a la altura de su condición social, sino que también, debían de hacerse ver y notar.
Este edificio, que data del año 1891 tiene una hermosísima carta de presentación para quien camina a su lado, un elegante portal que, sin embargo, esconde un secreto a la vista de todos. Menos mal que hace poco, leyendo el genial libro de Carlos Osorio, ' El Madrid Olvidado ' descubrí que lo hace tan único y exclusivo.
Acostumbrados a mirar sus blancas y atractivas paredes, la verdadera curiosidad de este portal radica a pie de suelo. Si nos fijamos bien, lo que parece un suelo de adoquines de piedra son en realidad tarugos (es decir, adoquines realizados con madera) ¿El motivo? Muy práctico y sencillo, la madera amortigua mucho mejor el ruido así que cuando los habitantes de esta vivienda llegaban a casa en sus carruajes, los decibelios eran mucho menores y así, no molestaban con sus idas y venidas al resto de los vecinos. ¡Curiosísimo!
La verdad es que no es la única medida similar que hemos visto ya en Madrid, hace tiempo os hablé del experimento (fallido) de las calles pavimentadas con corcho. Ahora conocemos los portales con suelo de madera, con el mismo objetivo, disminuir el ruido entre la vecindad. Según cuenta el propio autor del libro, en la Calle Miguel Servet 13 también podemos ver esta medida. Aunque me pille un poquito más lejos, también me acercaré a conocer este secreto.