DE UN TERREGAL A UN PRECIOSO JARDÍN
Hace unos dos años empecé a construirme una casa unifamiliar, después de muchas variaciones de proyecto. Y una de las cosas que más me apetecían era llegar a la fase de diseñar y ejecutar el jardín. Así que hace aproximadamente un año me puse manos a la obra en la búsqueda de paisajistas que me asesoraran y me ayudaran a encontrar lo que quería, aunque en ese momento, ni yo lo sabía. Encontré a varios, hablé con ellos, aunque más bien se trataba de monólogos, porque no escuchaban, y parecían pretender hacer lo que a ellos les gustaba sin tener en cuenta los gustos o necesidades del cliente, los míos. Y después de varios meses un poco frustrado de ver proyectos que no me gustaban y que encimaeran muy caros, casualmente conocí a Monique Briones, LA PAISAJISTA, en mayúsculas. Mi hermano me recomendó contactar con ella, puesto que había visto su programa de televisión y le encantó lo que vio. Lo primero que me sorprendió fue su interés por conocer mis gustos, mis necesidades, el uso que le iba a dar al jardín… algo que ningún paisajista anterior había hecho. Con algo tan sencillo como un cuestionario en una primera reunión, consiguió captar lo que yo andaba buscando. A partir de ahí empezó a trabajar en el proyecto. También he de decir que inicialmente me sorprendió que cobrara por el proyecto en sí, pero lógicamente es lo normal, puesto que diseñar, conceptualizar y plasmar las ideas, pensar qué plantas poner, con qué otros elementos acompañarlas, requiere tiempo y esfuerzo. Eso es parte de su trabajo y entendí que es normal tener que pagar por ello. No me arrepiento, fue una gran inversión. Poco tardé en decidirme a contratarla, y de todos los contratistas y profesionales que han pasado por mi obra, puedo decir sin duda que junto con el arquitecto (Pablo Bermejo) Monique ha sido la más profesional, seria y cumplidora de todos. Y para mayor satisfacción, su proyecto y ejecución han sido más económicos que aquéllos que me presentaron inicialmente y que no me gustaban. Enseguida se ve su entusiasmo y su gran conocimiento de la profesión, que no se puede negar que la lleva dentro, y eso se nota en el resultado de su trabajo. Si a esto le añadimos un trato extraordinario y cercano, el resultado tiene que ser bueno a la fuerza. A pesar de tener el proyecto y el diseño del jardín, no es fácil imaginarlo entre hormigoneras, escombros, personal trabajando a pie de obra, pero con su ayuda comencé a verlo antes de haberlo iniciado. Y empezó la transformación. En cuanto empezó a trabajar sobre el terreno empecé a ver los grandes cambios que se iban produciendo día a día. Nivelado del terreno, drenajes, instalación del riego, montaje de alcorques con traviesas de vías de tren.Y un día, de repente, todo estaba verde y decorado…
Creando rincones únicos desde los que disfrutar, como la esquina donde colocó los monolitos de granito acompañando a un precioso arce japónico.
O el discreto y práctico banco hecho con las traviesas sobrantes, desde el que se obtiene una perspectiva muy distinta del jardín mientras se puede observar sentado en él la puesta de sol.
O las preciosas ajugas tapizando el suelo teñido de azul resaltando sobre el verde del césped.
Por suerte, me quitó la idea de poner cerámica alrededor de la piscina, sustituyéndola por una agradable y cálida tarima de ipé, que contrasta notablemente con el color verdoso de la piscina, también sugerido por ella frente al típico gresite azul.
Pero he decir que uno de los rincones que más me gusta del jardín es la parte posterior. Inicialmente lo daba por una parte prácticamente perdida y poco aprovechable al ser el retranqueo de cinco metros que legalmente se debe respetar con la parcela colindante.
Con mención especial al jardín vertical con fuente de acero corten diseñados y elaborados por ella, creando una amplia zona que antes parecía pequeña, que es de lo más acogedor de la casa, con el relajante sonido del agua deslizándose por el acero y cayendo a las cubetas inferiores que reposan sobre tarima.
Y una vez que todo parecía acabado, resulta que no lo estaba, faltaba la iluminación exterior. Tanto la elección de los focos como la ubicación de los mismos corrió por su cuenta, todo un acierto, ver el resultado.
Creando distintos ambientes en cada zona del jardín.
Para relajarse y disfrutar.
Resaltando los elementos principales.
Después de esto, sólo puedo decir gracias Monique, has convertido el terregal que encontraste en un precioso jardín. Ojalá hubiera más profesionales como tú en todos los gremios. Sin duda, si vuelvo a hacer otro jardín algún día, no perderé el tiempo en buscar otro paisajista, eres la mejor y lo has demostrado.
Rogelio Carrero
Madrid, Mayo de 2013.
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