Un primor de nieta
Palabra diseñada por @danielsanchez.
La abuela estaba convencida de que su nieta era un primor en todo cuanto emprendía, pero estaba soltera y se le iba a pasar el arroz. Así pues, junto con el resto de los ancianos de la residencia, con los que conferenció para encontrar a los jóvenes solteros disponibles, hizo un casting para encontrar al hombre perfecto para ella. La elección no fue fácil: todos tenían a sus abuelos para avalar su buen carácter y les llevó tiempo decidir.Al final, eligieron tres candidatos y lo organizaron para que coincidieran con la nieta a lo largo de la semana pero, cuando la joven fue a visitar a su abuela y esta se interesó por si había conocido a alguien, respondió con una negativa.Durante la semana siguiente conspiraron para que otros tres candidatos se cruzaran en su camino, pero la nieta tampoco pareció darse cuenta y la abuela siguió insistiendo, mandando a más hombres para que se toparan con ella por casualidad, con la esperanza de que Cupido hiciera su magia con alguno.La chica no tardó en darse cuenta de que algo raro pasaba, tanto más cuando su abuela se volvió insistente con su pregunta sobre si había conocido a alguien especial esa semana. Así pues, tras un complicado interrogatorio, logró sacarle la verdad a su abuela.—Yaya... es que a mí me gustan las mujeres, ¿sabes? —le dijo, con tacto, porque la mujer era muy mayor y esperaba no darle un disgusto.—Ay, hija, ¿y por qué no lo has dicho antes? Tú no te preocupes, creo que la nieta de la Dolores también es tortillera...Aunque sus palabras tranquilizaron a la chica, que pensaba que las ideas de su abuela eran más anticuadas, pronto tuvo motivos para desear no habérselo dicho nunca, porque pronto se vio asediada por las candidatas que le mandaba la anciana, que había tirado de contactos y ya ni se molestaba en recurrir al disimulo. No obstante, cuando consideraba seriamente rogarle que dejara de intentara emparejarla con todas las lesbianas de las que tenía noticias, su abuela le mandó a Ángela y Cupido puso en marcha sus flechas.Meses después, durante la boda de su nieta, la anciana sonrió, aunque seguía sin estar satisfecha del todo.«Ahora solo me queda conseguir que tenga hijos a los que cuidar», pensó. Eso era algo más complicado, tenía que informarse sobre cómo liar a su nieta para que adoptara o se inseminara artificialmente, o lo que fuera. Así pues, nada más acabar la ceremonia, convocó al resto de ancianos de la residencia y se pusieron a conferenciar sobre los pasos a seguir...--------------------------------------------------------------------------------Todas las historias y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.Follow @DeborahFMu