Revista Política

Un prodigioso drama

Publicado el 14 abril 2019 por José Alfonso Pérez Martínez

Un prodigioso drama
Muerte de Julio César, de Vincenzo Camuccini (1798)
La puñalada que más le dolió a César, de las veintitrés, fue la que le asestó Bruto, hijo de una amante suya y a quién quería como si hubiera sido hijo propio. Tras el asesinato Marco Antonio, el mejor amigo de César, encabezó la guerra contra Bruto y otros de los asesinos. Tras la guerra, que ganó, Antonio marchó a Oriente y se lió con Cleopatra, la reina de Egipto, que también había sido amante de César. Cleopatra parece que le comió la cabeza a Antonio para hacerle separar la parte oriental del imperio, que gobernaría Cesarión, hijo de César y Cleopatra. Octavio, sobrino nieto de César, defendió la integridad del imperio y venció a Cleopatra y a Antonio en Accio o Actium, una decisiva batalla naval en Grecia. Tras caer derrotados Cleopatra y Antonio se suicidaron, Egipto fue anexionado a Roma y Octavio se proclamó Augusto, el primer emperador. Todo este prodigioso drama transcurrió en sólo 17 años, entre el 44 antes de Cristo (asesinato de César) y el 27 antes de Cristo (Octavio se proclama Augusto). La derrota (batalla de Filipos) y posterior suicidio de Bruto fue en 42 aC. La derrota (Accio) de Cleopatra y Antonio fue en 31 aC y sus posteriores suicidios fueron en 30 aC.

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