Un programa tan real como la vida misma

Por Hogaradas
Ayer por la noche emitieron un programa por televisión en el que abordaban el tema del empleo doméstico y de la nueva regulación. Esta mańana, pensando en hacer un pequeńo análisis del mismo, iba a calificarlo de surrealista, pero evidentemente no lo fue, al menos para quienes como yo, llevamos tantos ańos entre empleadores y empleadas, viviendo a diario situaciones como las relatadas ayer, y conociendo de primera mano otras muchas.
El programa fue real como la vida misma, auque no por ello una deja de sorprenderse cuando, por ejemplo, una de esas buenas samaritanas que se dedican a poner en contacto a empleadores y empleados, habla a la cámara de ayuda humanitaria ante legalidad, aludiendo también a los y las “sin papeles”, alegando que no es el único sector en el que existe economía sumergida, vamos, que “mal de mucho, consuelo de tontos”, mientras que a su lado, una seńora entrevista a una candidata, contándonos que si estuviera gorda ya la descartaría de antemano y preguntándole por su edad, mientras la entrevistada, una vez confesada la misma, nos cuenta que en muchos sitios hay carteles en los que dicen no seleccionar a personas cuya edad sea mayor de 50 ańos.
El matrimonio filipino con el que nos encontramos en otra secuencia ha de pagar un dinero para entrar a formar parte de la base de datos de la empresa que mediará en su contratación, y la familia para la que prestarán sus servicios nos dice que pensaron en personal filipino porque trabajan haciendo poco ruido y tienen buen carácter o algo así, vamos, que lo que están buscando es alguien que diga a todo “sí seńor” y sin rechistar, teniendo en cuenta además que se trata de una pareja de cuarenta y pocos ańos que han emigrado dejando atrás a sus hijos de corta edad.
Otra de las seńoras, sentada en su sofá, mientras sus empleada limpia el mueble del salón, y conocedora de la nueva regulación y de su obligación para darla de alta en la Seguridad Social, afirma tan contenta que no pasa nada, porque claro, no van a ir las inspecciones casa por casa, y además, quién va a saber que ella tiene una empleada doméstica; pues casi nadie, seńora, nada más y nada menos que todos quienes como yo la hayamos visto ayer en la televisión, en vivo y en directo.
Un programa real, repito, como la vida misma, y una situación que veo difícil cambie, puesto que las noticias apuntan a que la nueva regulación incluso está produciendo el efecto contrario, bajada de salarios, menos contrataciones e incluso despidos.
Las consultas se incrementan, pero en la Seguridad Social no se traducen en más altas y más cotizaciones, y en muchos hogares la situación sigue igual que antes, porque ni a unos ni a otras les interesa que cambie.
El debate está en la calle y la polémica continúa, habrá que esperar a que acabe el período de moratoria, el próximo día 30 de junio para ver, al final, qué es lo que sucede.