Comentaba ayer en mi página de Facebook que hay buenas noticias sobre contaminación electromagnética. Desde un bellísimo pueblo de Cádiz, Olvera, el concejal de Medio Ambiente, Jacobo Camarero, me cuenta que el Pleno del Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad (él es de IU pero también han votado a favor PSOE y PP) declarar a la localidad “Municipio Libre de Contaminación Electromagnética”. No me consta que haya más municipios así. Sé que en Cartagena y varios pueblos de Murcia las federaciones de vecinos pidieron algo similar pero no sé en qué quedó.
Me explica Camarero:
“Como nuestro pueblo es pequeño, no tenemos el típico problema de los mamotretos encima de los tejados; por contra, el paisaje urbano de la parte alta de la población se ve adornado por una torre de hormigón con antenas instaladas con menos papeles que una liebre que nos hemos propuesto eliminar“.
Foto: La Razón
Comienza a haber municipios libres de este tipo de polución como ya existen otros libres de transgénicos. Y es que la cosa se está poniendo muy malita. Días atrás leí un reportaje del diario La Razón sobre una ex azafata y la directora técnica de una universidad que viven refugiadas en una cueva en los Alpes para protegerse de los “dolores insoportables” que les producen las ondas electromagnéticas.
En dicho trabajo, titulado Recluidas en una cueva por una afección causada por los móviles, estas mujeres cuentan que son hipersensibles a la radiación electromagnética causada por las ondas de la comunicación inalámbrica, eletrosensibles, como se conoce por una parte de la población este síndrome. Está claro que el progreso sin seso, el culto tecnológico, la religión cientifista que pone a la “ciencia” por encima de las personas, nos puede llevar -está ya llevando a cada vez más personas- a la caverna. Es necesario que más administraciones apliquen medidas destinadas a que podamos disfrutar de los avances relevantes con la seguridad de que nuestra salud y la del medio que nos acoge no se resienta.
Más info en los libros Conspiraciones tóxicas y La salud que viene.