Revista En Femenino

Un pueblo, un Tesoro

Por Peineta

Yo durante años no he tenido pueblo, lo tengo desde hace casi  un año y no saben lo suertuda que soy. A ver que el pueblo ha existido de siempre, pero lo que es adoptarlo como pueblo lo he hecho recientemente. Es otra de las consecuencias que me ha aportado la maternidad, tuve un hijo y de repente también un pueblo, pero la cosa fue progresiva, en realidad es este verano el que me ha dejado ver claramente que yo también tengo pueblo, se llama Madridtxikito. A mí su gente me adoptó cuando tenía tres años y ahora lo han hecho con mi hijo.

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Durante unos cuantos años, teniendo en cuenta que me escapé con 18 años y este sábado cumplo 35(saquen ustedes cuentas), durante esos años ese sitio que hoy en día es el pueblo, yo lo denominaba Casa. Es decir cuando la gente me preguntaba donde viajaba, yo respondía “voy a mi casa”, porque así lo sentía. En esa que era mi casa, también conocí de manera intermitente al que hoy en día es el padre de mi hijo. Que conste que él jura que nos conocemos desde pequeños, yo no tengo recuerdo de su esbelta figura hasta que yo rondaba los 17, pero bueno esto siempre será una discusión, porque para él sí que era su PUEBLO, el sitio donde veraneaba. Yo señores veraneaba en peinetaland, saquen cuentas…. Hasta que llegó la universidad y me tocó estudiar en verano, no tuve conocimiento de su existencia, pero bueno dejemos que no estoy nada romántica ni vengo a contaros mis secretos de alcoba, eso se lo dejo a Peineta. (Sigue de baja)

Lo que les decía, me he pasado años volviendo a mi casa, donde mis padres, a mi cuarto, a mi vida de la adolescencia, a las comidas caseras de mi madre, a recuperar la cuadrilla de la ikastola. Pero sobre todo, a tomar la sana costumbre de reunirme con aquellos con los que he compartidos carreras de bicicleta, bajadas de patines, bote-botes milenarios con vuelta a la iglesia incluida, noches de verano con bocadillo en plena plaza, amores y desamores y por supuesto San Migueles, cientos y miles de ellos. Con el tiempo y los años los círculos se cierran, las vivencias se recuerdan como momentos gratos pasados y en este etapa adulta, mi grupo de luna-llena nos limitamos a compartir los achaques diarios de la vida, cuando no son nuestros hijos son nuestros padres, pero saben que pasa que todos somos como una gran familia y la operación o muerte del vecino te duele como tuya propia. Este año en Madridtxikito, en fiestas, no todo será igual, nos falta gente y otra anda a medio gas, pero así y todo pienso sacar una sonrisa para brindar con todo aquel que pueda y esté por ese rincón de Euskadi donde el tiempo se detiene y todo se ve distinto, ese va ser mi mejor regalo de cumpleaños.

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No quiero cerrar este post sin decir que mi casa se conviertió en mi pueblo, el día en que mi hijo se apoderó de mi habitación, de mis padres, del espíritu de mis vecinos.Desde hace un año aproximadamente ese espíritu se ha fortalecido y él ya no va donde sus abuelos, él va a visitar al Aitona y la abuela a SU Madridtxikito.  Lugar donde monta en bicicleta, toma pintxito de jamón con el aitona, donde saluda a cada propietario de caserío y  donde el tiempo no existe y las normas no se cumplen. A eso le sumará este año disfrutar de su primera verbena en toda regla, miedo me da….

Por lo tanto desde hace unos años, cuando voy me siento como en casa, pero no es la mía, porque yo después de tantos años he creado mi propio hábitat lejos, pero lleno de recuerdos y vestigios de él, pero  he pasado a unirme a esa gente de ciudad que tenemos la gran suerte de tener un tesoro,  y poder decir eso de  “ME VOY A MI PUEBLO”, gora Madridtxikito y gora Samigelak!!

Hoy quiero dedicar este post a mi padre, el aitona, por ser el oriundo del pueblo y habernos traídos a la andaluza y a la vitoriana a vivir a él, a mi madre por haber creado junto a él  un lugar maravilloso donde se come como en el cielo, ese restaurante va unido a la historia de ese pueblo. A mi hijo y a su padre por hacerme ver lo felices que son compartiendo pueblo y por último a mis amigos de la infancia, que han hecho que todo vuelva a tener sentido, que mire la luna llena con una sonrisa y que los momentos duros pasan mejor compartidos. Eskerrikasko danoi.


Tagged: celebrar cumpleaños, Madrid-txikito, Pintxos sigue adueñada del blog de Peineta, San Miguel, yo tengo pueblo y a mucha honra
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