¿Cómo puedo alentar a un enfermo de cáncer? ¿Qué le digo a una persona que está a punto de morir? ¿Cómo consuelo a unos padres que acaban de perder a su hijo? Todas estas preguntas y más son las que se hacen los cristianos que desean hacer visitas en el hospital.
Desde estas páginas queremos animar a todas esas personas y hermanos en la fe que no se atreven o no saben como dirigirse a un paciente, comprobando de primera mano cómo actúa el Espíritu Santo a través de sus vidas.
Durante todo este tiempo de ministerio en capellanía, hemos tenido la oportunidad de animar, consolar, aconsejar y orar por los enfermos y sus seres queridos. Hemos experimentado en nuestras propias vidas el consuelo y la paz de Dios que da a cada persona, a través de casa circunstancia que hemos tenido afrontar. Servir en capellanía es una maravillosa aventura, donde en cada visita Dios nos sorprende. Es el mejor lugar para poner la fe en práctica y ver el amor de Dios y su misericordia en la vida de personas que cada día luchan por vivir un día más.
Podemos marcar la diferencia. ¡Atrévete, da el paso! No solo puedes cambiar una vida... puedes cambiar su eternidad.
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