Si todos lucharan por desarrollar el mundo en base a virtudes y no en base al dinero, la vida sería más fácil y el temor a errar habría desaparecido. Es muy sencillo encontrar a personas egoístas y propensas a la envidia.
Si existiera una forma de seleccionar a la gente afable y separarla de los demás para formar nuevos y verdaderos líderes, ¿Cuál sería esta?Este mundo invisible, lleno de espíritus y cuerpos capaces de transmitir ideales en forma de pequeñas sonrisas, es un candidato perfecto para convertirse en un paradigma, en un paraíso. Lamentablemente, toda esa energía es utilizada para lastimar y convertir el mundo que conocemos en un permanente averno donde los hombres se persiguen unos a otros en busca de consuelo.