24 de marzo
Contó treinta mil motivos
para ser. Dejó la cama,
bebió un café con ausencia
y salió por la mañana.
El hombre cruzó la plaza.
Treinta mil pañuelos blancos
caminaban con Abuelas
y Madres, frente al espanto.
Al terminar la jornada
pudo ver en cada esquina
treinta mil personas nuevas.
Buscaban todos la vida.
Una niña le explicó
al oído que adelante
se construye con memoria
de treinta mil elefantes.
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