Hace tiempo te conté que estoy impartiendo una materia sobre Aprendizaje social y emocional que me hace disfrutar muchísimo.Para trabajar con mi alumnado voy generando materiales teóricos pero también dinámicas prácticas y hoy vengo con una de ella.
1. La importancia de trabajar las emociones y las ilusiones
A menudo, cuando preguntamos a los adolescentes "¿cómo estás?" apenas salen del "bien" (aunque no sea cierto). Y ojo, las personas adultas también solemos caer en esto.Nos falta vocabulario emocional a menudo y esto hace que no sepamos definir(nos) qué sentimos, a veces, ni a nuestra propia persona.Si ni siquiera sabes ponerle nombre, figúrate gestionarlo.Es fácil en nuestra vida cotidiana reconocer y expresar emociones básicas (miedo, ira, alegría...) pero hay otras más complejas y con ciertos matices (admiración versus envidia, frustración, nostalgia...) que a veces nos cuestan más.Por eso esta dinámica - que no necesitas ser profe para hacer, puedes hacerla entre amigos o en familia - es útil para trabajar este aspecto.Además, trabaja las ilusiones o metas porque se proyecta hacia el futuro y, por supuesto, genera un vínculo entre las personas que la realizan juntas.
2. ¿En qué consiste?
Seguro que sabes lo que es una cápsula del tiempo: se trata de tomar una serie de objetos (detalles pequeños, fotos, cartas o mensajes...) y guardarlos - a veces se entierran - durante un periodo de tiempo.Con esa idea se me ocurrió introducir mi asignatura de Aprendizaje Social y Emocional. Repartí unas notas de colores a mi alumnado y le pedí que me escribieran su nombre, una emoción que describiese cómo se sentían en ese momento (no vale "bien", que es lo que sale de entrada) y un deseo para el curso presente. Por supuesto, yo misma también participé.La idea es que la abramos a final de curso, veamos nuestro deseo y si se ha cumplido y recordemos la emoción que sentimos, y por qué.Mi aportación sí os la enseño. Las de mi grupo...habrá que esperar a final de curso 😊