Hoy no te traigo un post, como los que escribo casi a diario. Hoy te traigo un regalo de corazón, mi primer libro escrito en mis años de juventud y que supuso mi primera andadura por el magnífico universo de los escritores.
En este primer libro de juventud -escrito desde mis 20 hasta los 20 y tantos años- relato ironicamente hechos, visiones y circunstancias que rodearon mi vida, allí por los lejanos años 80′s. Lo publiqué “en papel” en 1997, justo antes de contraer matrimonio y fue, sin saberlo, mi testamento de soltero, en una época en que el matrimonio era la única opción válida en la vida sobre todo para las mujeres y que yo -ingénuo- como hombre veía aún lejano y ajeno. En esta reedición, solo he cambiado el prólogo del autor, adaptándolo a los nuevos tiempos.
Aunque “Agua pasada no mueve molino”, no obstante, mirar atrás nos ayuda a explicarnos muchas de las cosas que hoy pasan en nuestra vida. Alguien -sobre todo los más jóvenes- pensará al leerlo que los tiempos han cambiado. Solo invito a mirar hacia atrás un rato, teniendo en cuenta que han cambiado mucho las formas, pero no tanto la esencia de lo vivido. Pero, además, en el caso de los muy jóvenes lectores, verán -y tal vez entenderán, por fin- el escenario que vivieron sus propios padres, lo que nunca es malo.
Espero disfrutes de este provocador tratado sobre la pareja, escrito con humildad por un incipiente escritor, un jovenzuelo rebelde y crítico que miraba -y mira, aún- con ironía y algo de profundidad el difícil arte de amar, llevado a cabo en pareja.
¿Por qué te regalo un libro? Mi último trabajo ha sido como director de una librería. A pesar de la aparente contradicción, creo que la cultura es una manera de trascender la vida cotidiana, de compartir conocimiento, experiencias y, en algunos casos, hasta sabiduría, lo que no es mi caso. Personalmente opino que deberíamos distinguir claramente la industria cultural de la cultura en sí, sobre todo en los momentos actuales.
Repito, espero disfrutes de este regalo y te lo pases bien leyéndolo y revisitando tal vez tu propia vida. Solo una advertencia: leer no tiene contraindicaciones, más que aprender de álguien ajeno de sus aciertos o bien para no cometer sus mismos errores. Alguien dijo que la vida es demasiado corta para aprender solo de los propios errores…