Revista Diario

Un regalo para toda la vida

Por Sandra @sandraferrerv
Un regalo para toda la vidaNo me gusta hecharme flores ni ponerme medallas pero cuando pienso y recuerdo todo lo mal que lo pasé los primeros meses de lactancia materna con mi Bebé Gigante, me siento orgullosa de mí misma, de mi tenacidad, perseverancia y también de mi alto grado de tozudez para no desfallecer en el intento.
Con la distancia temporal de por medio, veo que ya desde el principio, mi experiencia con la lactancia materna estaba abocada al fracaso. Poca información, falta de apoyo y atabalamiento, mucho atabalamiento que hicieron de esos primeros días momentos de sufrimiento y angustia.
Pero en aquellos días de lágrimas, dolor por las grietas y la espalda molida de posturas imposibles durante largas y largas tomas, mi cabeza me iba a mil por hora intentando encontrar una solución. Y, cuando uno busca, encuentra.
El primer punto de apoyo lo encontré en una llamada al hospital para lanzar un angustiado SOS. Recuerdo que me atendió una estudiante de enfermería que estaba haciendo las prácticas como comadrona. Nunca olvidaré aquella voz juvenil y alegre que, además de darme cuatro pautas sencillas, sobretodo me alentó a que no desfalleciera. Sus palabras de ánimo fueron providenciales.
Pocos días después, en una visita social para presentar a mi pequeño, me regalaron el precioso libro del Doctor Carlos González, Un regalo para toda la vida. Me lo leí del derecho y del revés, lo subrayé, le puse marcas en las páginas clave (que aun conservo como un bonito recuerdo). No sólo fue mi libro de cabecera y asesor de lactancia. Fue una bocanada de aire fresco y de positivismo que me ayudó a seguir adelante.
Cuando la Semana de la Lactancia Materna nos anima a comunicarnos creo que no han podido estar más acertados en la intencionalidad. Comunicarse, informarse, sea por la vía que sea, es básico y crucial para que la lactancia materna se convierta en algo natural, hermoso y perfecto, absolutamente perfecto.
Si alguna madre o futura madre esta leyendo esto, a pesar de que no soy de dar consejos, hoy me permito dar varios. Primero, que leáis este precioso libro, no os defraudará. Y segundo, que no tengáis miedo en buscar ayuda en vuestro hospital de referencia, en grupos de apoyo o en las redes sociales. Hay muchas madres ahí fuera dispuestas a ayudaros.

Volver a la Portada de Logo Paperblog