En la Sala Alejandro del Palacio Real de Caserta encontramos un reloj mecánico con doble interés: reloj de 24 horas y decoración alegórica que hace un repaso detallado a la historia de la relojería tanto mecánica como solar o hidráulica.
En el sur de Italia se mantuvo hasta fechas recientes la llamada hora italiana que empezaba a contar tras el ocaso, de forma que en los equinoccios el mediodía eran las 18. Las horas italianas eran entonces ligeramente desiguales. En la latitud de Nápoles (40º 50´) las noches ( o el día) oscilan entre 9 y 15 horas de solsticio a solsticios, de forma que de media los días se acortaban o alargaban 1 minuto. Un reloj de 24 horas para marcar la hora italiana necesitaría ser reajustado ese minuto diario (con variaciones de hasta 8 segundos).
La parte alegórica está incompleta, faltan bastantes estatuillas, y su significado está explicado encima de cada figura. El detalle llega al punto que tras la clepsidra simple, viene el reloj solar escafoide o hemisférico, y la sofisticada clepsidra de Ctsibio que marcaba las horas conforme subía o bajaba el nivel.
El desfile incluye el péndulo, la sonería, los engranajes, el escape para mostrarnos la evolución de la relojería hasta su época.
Todo el ambiente es greco/egipcio y una serpiente mordiéndose la cola- símbolo de la eternidad- rodea la esfera.