Soy algo típico, pero bueno es lo que toca, ¡último día del año y hay que hacer un repaso de 2013! Por lo que he visto, otros blogs ya han hecho lo mismo, hablando sobre el año para el blog o sobre el año en sus vidas, yo voy a hablar de todo un poco y ya está. Recordaré 2013 como un año que me ha desagradado bastante, ha sido un año de dura lucha por mantener la ilusión y la fuerza ante el vendaval de incertidumbre y el acúmulo de estrés. Lejos quedan ya los tiempos gloriosos de viajes por el mundo, erasmus, estudiar biología en Reina Mercedes y todo aquello que me hacía sentir el más feliz del mundo, la realidad de la crisis ha ido machacando ánimos, frustrándome, provocando muchos sofocones y un eterno ” a saber qué depara el futuro” que en muchas ocasiones se ha tornado negro. Los trabajos que me alejaban de la biología y me enfadaban con el mundo y la realidad y la amenaza persistente del paro han sido lo dominante. La recta final del año, con la aceptación en un prestigioso máster y entrada de gente nueva en mi vida ha supuesto aire fresco y el comienzo de una línea ascendente que espero que se mantenga en 2014.
En cuanto a experiencias vitales o naturalísticas de 2013 he logrado contra viento y marea montármelo bien con numerosos voluntariados locales y alguna excursión y viaje low cost. El dinero es un factor muy limitante y que cada vez tiene peor pinta en mi economía particular (como no me den la beca general tendré que vivir en mi magnífica tienda de campaña del Decathlon), pero no ha impedido que retenga mis eternas ganas de ver sitios, disfrutar de la naturaleza, de conocer y aprender. De lo mejorcito sin duda el doble fin de semana en el PN Acantilados de Maro- Cerro Gordo, por la gente, por los organizadores -que son unos cracks y me han inspirado mucho- y por la diversión de hacer kayak y snorkel explicando joyas naturales a todo aquel curioso que estuviese en la playa y quisiera participar. Otro magnífico voluntariado con SEO Doñana -otros cracks con los que siempre da gusto- fue el culmen para cerrar el año, allí disfrutamos del Cerro de los ánsares, numerosas aves y muchos parajes del interior del parque. Por segundo año consecutivo he disfrutado con los otros inspiradores que tengo, buena gente de Cádiz,son los de Limes y el voluntariado de estudio de la migración de espátulas -en serio, no es peloteo, es que este año se ha dado el caso de que he estado con los tres grupos que más me gustan por su forma de ser y trabajar-, su proyecto y sus avances no dejan de sorprender, y se les ve siempre tan ilusionados y llenos de ideas que es imposible no contagiarse.Por último, pero no por ello menos importante, he disfrutado en invierno y primavera de un curso de aves en mi facultad en los que conocí gente magnífica y crecieron notablemente mis conocimientos ornitológicos gracias a Jose y Aída, que son otros campeones y me lo he pasado increíble con ellos en el curso y en las excursiones que incluyeron. Este curso me ha mantenido con vida, y con esto quiero decir que en los momentos en los que tuve que estar más alejado de la biología y de mis sueños trabajando en una historia fea y cansina con tal de salvar la situación, mis tardes en el curso eran lo único que me mantenían unido al mundillo, al aprendizaje, al conocimiento, y que me tenían con algo de ilusión por estar haciendo algo que me gustaba, solo puedo decir gracias en ese sentido.
El culmen del año y lo realmente inolvidable ha sido viajar por el norte de España, para ello me ha sido vital disponer de una red de albergues de peregrinos y de amigos por acá y por allá que me han puesto todo más fácil. He disfrutado enormemente de naturaleza y cultura, de paisajes y monumentos, de todo. En mi trayecto norteño me reencontré con el camino de Santiago, al que encontré algo cambiado, y por encima de todo me reencontré con amigos erasmus a los que añoro y me llenó de emociones verlos de nuevo. Conocí Donosti, Vitoria, Bilbao, Santander, Santillana del Mar, Comillas, San Vicente de la Barquera, Gijón, Ribadeo, Lugo, numerosos pueblos por donde pasa el camino de Santiago, Santiago (he ido dos veces y me encanta), Pontevedra, isla de Ons, Vigo y Rías Baixas y por último Ourense. Todo fantástico no cabe duda, nuestro país es variado y precioso, y viajar es de lo más bonito que nos depara la vida.
En otro orden de cosas he gozado en un cine de un modo que hacía tiempo que no disfrutaba, fue viendo Guadalquivir, un documental español de naturaleza en pantalla grande, a ver si surgen nuevas ideas de este tipo porque hacen falta y comprobé que el público salió francamente contento. También ha habido muchas excursiones a la sierra, reencuentros con algún amigo, algunos intentos más o menos estables de coger ritmo saliendo a correr por las tardes, mucho de cultura en todas sus formas y en general lo que se puede decir es que he hecho todo lo que he podido en el tiempo que he tenido y con mis posibilidades.
Viendo mi año aquí narrado parece mentira que me esté quejando, pero en el interior de las personas, con sus tristezas, rabias, frustraciones e insomnios, todo pinta de otra manera. Personalmente, 2013 es un año que me ha dado bastante asco y quiero que casi todo él quede en el olvido. Trabajar casi 8 meses en algo que resultaba dañino a la autoestima, que te hacía estar en continuo estrés ya que cualquier día podían echarte (las normas del juego eran así) y ver cada día más el mundo como una gran basura me ha hecho mucho daño y me ha dejado en un constante estado de algo que no sé describir pero no me gusta, claro que tampoco sé cómo librarme de esa sensación agria y de que las cosas van a seguir regular tirando a mal en cuanto a estabilidad se refiere. Lo positivo es que logré resolver esa situación económica trabajando de algo que no es lo mío y duré mucho en un trabajo que la gente dura solo unos días, así que por ese lado la lectura ha de ser positiva y con eso me quedo. Aún no me he referido a ese trabajo demoledor para el espiritu, pero me refiero al trabajo de captador de socios para una ong, tema que debería ser regulado y mirado con lupa porque lo que he visto es para llorar y te hace convertirte en un vendedor sin escrúpulos si quieres vivir (laboralmente se entiende). En este sentido me quedo con el factor humano, tuve compañeros muy buenos y aprendí mucho de la vida y como persona, me lo pasaba bien dentro de lo que cabe y no puedo quejarme de mal ambiente de trabajo, al revés, de esa experiencia fue lo mejor. Pues eso, en lo profesional un año como biólogo perdido y en el que encima he visto cómo muchos que no tienen ni idea y encima se reían de aquellos a los que nos gusta verdaderamente la biología encontraban buenos puestos de trabajo como biólogos, en los que por cierto no disfrutan, pero eso es ley de vida, algo tan antiguo como el tiempo, no pasa nada.
¡Se me olvidaba! Logré sacarme el carné de conducir, algo imprescindible hoy en día y por lo cual me alegro, pero a decir verdad vaya primavera y comienzo de verano he pasado estresado, y mira que no me costó demasiado sacarlo, pero un dinero curioso me dejé, y añadí otra causa más de estrés e insatisfacción personal a mi alocado día a día de 2013 en lo que era una situación insostenible por mucho tiempo. No podía estar sometido por las mañanas a la presión de que si no hacía socios me echaban y por las tardes en prácticas exigentes del coche con vistas a un examen que si suspendía era más dinero a pagar en un bucle infinito de sacarte dinero por donde sea, total, que me tiraba de los pelos mañana, tarde y noche. Muy fea la experiencia del carné de conducir, y los exámenes una experiencia desagradable aunque si apruebas te quedas contento, pero, en fin, se trata de sacar el carné y ya lo tengo. Menos mal que todo pasa y esas causas de pesadillas ya quedaron atrás y ahí deben quedarse.
El tema amistades tampoco se me ha dado muy bien, ya que mis intentos por incorporar gente nueva a mi vida y librarme de cierto lastre que me rondaba no ha sido del todo fácil, de hecho aún no está completo el proceso. No he encontrado ese ambiente sano y divertido de aprendizaje del que antes me rodeaba para ir al campo, hay gente con su interior y su ego algo enfermos que me han sacado un poco de mis casillas, pero en 2014 esto va a cambiar gracias como digo, a que entre otras cosas ahora estoy muy contento en el máster con los compañeros que me han tocado. Pero no todo es malo, también he tenido la suerte de tener gente buena a mi alrededor que me han ayudado infinito con todo, aunque fuera con unas palabras de ánimo para recuperar la autoestima o invitándote a escribir en sus blogs o yo que sé, cualquier cosilla que fuera amigable y de que te tienen aprecio.
Lo dicho, 2013 tiene más para olvidar que para recordar, lo que debo retener sin duda lo haré y lo que debo dejar atrás espero que así quede, cada vez más olvidado. El año que esta noche arranca entre atragantamientos con uvas debe ser mejor y en ello estamos, luchando y dándolo todo.