Esta semana un paciente me ha regalado este amuleto...
Al parecer, y a pesar de que llevo varios años ejerciendo en el pueblo no me había enterado, por San Blas, a principios de febrero, no sólo pueden volver a verse las cigüeñas en los campanarios, también es práctica habitual en esta y otras muchas localidades españolas, la de fabricar y bendecir objetos parecidos al de la fotografía, que servirían para proteger las gargantas de quienes los adquieren (en otras latitudes son simples cordones circulares de cuerda o lana...*).
Y es que San Blas, salvando a un niño que se ahogaba tras trabársele una espina de pescado, se convirtió en el patrón de los ahogamientos y, por extensión y en general, de los problemas de garganta...
No debemos olvidar sin embargo que por San Blas y en numerosos puntos de nuestra geografía, también se fabrican exquisitas rosquillas dulces... Aunque no fueron esas, no: esta vez el paciente me regaló ésta otra rosca, la que sirve para proteger gargantas... Así que la colocaré en algún lugar destacado de la consulta, adónde habrá de ayudarme con la cantidad de odinofagias y faringitis por las que acuden a vernos cada día...
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