Imagen de un anfiteatro griego en el desierto de Libia
El país de Libia se encuentra en el continente africano en medio de Egipto, Sudán, Chad, Nigeria y otros en la zona más septentrional. Su línea de costa es bañada por el Mar Mediterráneo y cuenta con algunos puertos de lo más importantes para el turismo y el comercio.
La capital del país es la ciudad de Trípoli, donde vive alrededor de un tercio de la población. En este ciudad se puede apreciar la cultura africana y un ambiente animado típico de una gran metrópolis.
El Safari
La ruta se llama Herencia Antigua entre el Mar y el Desierto (nombre original en inglés) y recorre destinos en la región desde la ciudad de Trípoli. El objetivo de este safari es dar la oportunidad a los turistas de entrar en contacto con la gente que vive en el desierto, de aprender de ellos y visitar alguna de las principales atracciones del país.
Itinerario y programa
El viaje empieza en Trípoli, desde donde los viajeros son trasladados a Gharian, un distrito en el noroeste del país desde donde parten muchos tours de este estilo. Uno de los primero lugares que se visitan son las casas de los bereberes, una tribu africana que se encuentra distribuida en varias de las zonas desérticas del continente. Entre los pueblos que se pueden conocer de estas personas se encuentran Yefrin, Jado y Kabao.
El siguiente día de safari tiene lugar en la ciudad de Ghadames, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Durante el día se puede probar la comida local y comer de forma tradicional. Después del mediodía se realiza un tour por los alrededores de la ciudad dando la posibilidad de apreciar la belleza natural de la zona.
A lo largo del cuarto día están organizadas visitas a atracciones cerca de la ciudad de Trípoli, principalmente a un castillo y a otros importantes edificios desde el punto de vista arquitectónico. Hay excavaciones de yacimientos romanos en Sabratha, donde se realiza un tour guiado el quinto día. Más monumentos romanos se visitan al día siguiente.
El séptimo día se aprovecha para recorrer el Museo Nacional, en la capital del país, donde hay una gran colección de piezas, herramientas y una larga historia sobre los pueblos que habitaron la región en el pasado.
Finalmente, la mañana del octavo día se puede aprovechar para ir de comprar en busca de algún recuerdo del viaje. El vuelo de regreso está programado por la tarde.
Foto por Sebastià Giralt