Entre la plena regulación y la total liberalización de un sector existen infinitas alternativas intermedias. Existe una corriente defensora de la completa liberalización del Sector Eléctrico ¿es esto viable?
Un mercado libre es aquél en el cual a través de la Ley de la oferta y la demanda el precio de los bienes y servicios se acuerda voluntariamente mediante el consentimiento de compradores y vendedores. Esto requiere inexorablemente una libre competencia ajena a cualquier clase de interferencia.
El actual sector energético mundial es dependiente de unos recursos escasos de acceso limitado. Esto requiere la intervención del Estado obligado a adoptar medidas geopolíticas, a llegar a acuerdos estratégicos, a realizar concesiones en el ámbito internacional… todo ello para garantizar el suministro.
¿Es de recibo pretender dejar al margen del mercado a uno de sus actores protagonistas? ¿Podemos hablar realmente de libre concurrencia en estas condiciones?
Mientras el Estado juegue un papel tan importante en el sector energético, no podremos dejarlo de lado. Las preguntas que habría que hacerse más bien serían ¿hasta qué punto debe intervenir aquí el Sector Público y de qué manera?
El libre mercado dentro del sector eléctrico solo tendrá sentido cuando tengamos el acceso y control de los recursos energéticos, y por supuesto de la tecnología y know how necesarios.
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