Hola amig@s, ¿cómo va todo? el calor está llegando con mucha fuerza. Así que a ver si este año cogemos algo de color ¿no?
En el día de hoy tenemos colaboración con Mel del Blog ”Nunca Jamás y Yo”, que como siempre, nos enseña sus puntos de vista de forma amena y simplificada para que todos podamos llegar a mayor entendimiento. Ya hacía mucho que no tenía el placer de colaborar con ella pero cada mes, podremos leerla aquí y también podréis leerme en su blog.
Sin más preámbulos, aquí os dejo con un tema muy interesante que creo, que todos debemos de ser conocedores. Y más aun si cabe, reflexionemos y hagamos nuestros comentarios al respecto.
Adelante, os dejo con Mel:
Un sistema educativo que no comprende ni a estudiantes ni a profesores:
Cuando me topo de frente con la pregunta: “Mel, ¿qué cambiarías tú de la educación? siempre digo que la respuesta adecuada daría para escribir un libro de cientos de hojas. En España, tenemos un sistema educativo que no tiene en cuenta a los profesores y que tampoco escucha a los alumnos. Un sistema rígido, inflexible y obsoleto que no está dando más que problemas, complicaciones y conflictos en las aulas.
Un sistema educativo que desmotiva a los estudiantes, que los deja en un segundo plano, que no les hace conscientes de su propio aprendizaje. Un sistema educativo que no es capaz de emocionar ni de inspirar. Un sistema educativo sumiso en el que alumnos y profesores tienen que bajar la cabeza y cumplir objetivos e impartir contenidos. Un sistema educativo que lo único que está haciendo es elevar los índices de fracaso escolar en los centros educativos.
Y luego, los políticos y directores del centro se llevan las manos a la cabeza diciendo que no entienden el motivo de que los jóvenes abandonen a edad temprana las aulas, y no llegan a comprender de dónde viene tanto absentismo. “Es que son adolescentes y rebeldes”, seguramente esa sea la respuesta de muchos, pero eso no es del todo cierto. Posiblemente, una de las mayores causas por las que huyen de las clases y de las etapas educativas sea porque se aburren, porque no están motivados y porque no se ilusionan.
¿Qué es lo que cambiaría yo de la educación? Intentaré hacer un breve resumen de tan complicada pregunta:
Educación Infantil se rige por unos objetivos totalmente inadaptados para los niños. Imparten contenidos y conceptos que quizás un niño no esté preparado para aprender todavía. Aplican el ya conocido “la letra con sangre entra”, y si se ha adquirido los conocimientos básicos bien, sino, el problema será del maestro de primaria. ¿Y las fichas? Para mí son de los peores recursos infantiles empleados por las escuelas.
Los libros de texto creo que únicamente sirven para la organización de los profesores. Hay muchas formas de aprender en las aulas, y en los libros simplemente viene escrita una. Por lo tanto, los estudiantes si quieren aprobar, no les queda más remedio que memorizarlo todo en vez de comprenderlo.
No hay un aprendizaje activo. A pesar de que muchos centros se están poniendo ya con ello, la mayoría de ellos siguen utilizando la misma estrategia de siempre: impartir la clase, mandar deberes, que los alumnos copien los apuntes, los estudien y realicen los exámenes. Esta metodología a mi parecer, no implica más que sumisión.
Desgraciadamente, todavía no se da la adecuada importancia a las emociones. Por mucho que pedagogos, científicos y psicólogos digan que el motor del aprendizaje son las emociones, en muchos colegios no hacen ni caso y siguen erre que erre con que lo más relevante es la autoridad y autodisciplina de los alumnos.
Por muchas investigaciones que se hagan, y por mucho que los expertos hablen, los exámenes siguen dando guerra en las aulas como única forma de evaluación posible causando a los estudiantes problemas de ansiedad, de estrés y de rechazo.
En las aulas no hay una educación para la vida. Muchos alumnos prefieren quedarse en casa antes que ir al colegio por el mero hecho de que en casa aprende más cosas interesantes que en la escuela. Estoy de acuerdo en que las matemáticas y lengua castellana son importantes, pero los maestros no deberían quedarse únicamente ahí. Hoy en día, enseñar herramientas para la resolución de conflictos, aplicar la inteligencia emocional y valores y trabajar en equipo es increíblemente útil para los estudiantes.
En muchas ocasiones, los profesores dejan apartados los juegos en sus aulas. Muchos creen que esa no es forma de aprender. Pero realmente, es como mejor adquieren conocimientos los alumnos. Jugar es algo divertido, terapéutico y aleja a los estudiantes del estrés y rutinas del día a día en las aulas.
Son muchísimas las cosas las que cambiaría de la educación. Afortunadamente, existen profesionales de la educación (maestros, pedagogos, psicólogos educativos), que están transformando las cosas. Poco a poco, nos vamos encontrando con unas metodologías más flexibles, más innovadoras, más conscientes y por supuesto, más adaptadas a los estudiantes. En las aulas, los alumnos tienen que aprender a pensar, a ser personas, a respetar, a tolerar y a expresar sus emociones para que el rendimiento académico al que todos tan vital importancia, sea el más adecuado y óptimo.