¿Os atreveríais a elegir un color tan llamativo para vuestro sofá si tuvierais la decoración de vuestro hogar en blanco? Si lo hicierais seriáis muy valientes, pero la decisión sería acertada. El efecto es muy positivo, el contraste resulta en un salón elegante y atrevido pero bien equilibrado.
Hemos visto con anterioridad ejemplos de viviendas nórdicas con look total white con toques de color, claros y pasteles sobre todo en accesorios, pero en grandes piezas de mobiliario no es tan habitual. El sofá (y textiles en general cortinas, alfombras, cojines, mantas, etc.) es probablemente la pieza a la que mejor se le pueda cambiar el color cada temporada sin que resulte en un gran desembolso. Si elegís un modelo con tapicería desmontables, podéis tener fundas de quita y pon y de varios colores y texturas, para darle otro aire en función de la época del año y vuestro estado de ánimo.
Si el sofá no es desmontable la idea de un sofá en este violeta ya es más duradera, y bueno, a mi no me convence tanto este color para varios años (o la vida que tenga el sofá), el color es intenso y se que me cansaría muy pronto. ¿Qué os parece? ¡Feliz lunes!
Vía: bjurfors