Un sueño hecho realidad: Pisteando como un campeón

No hay presentación que alcance. No hay introducción que pueda explicar el sentimiento vivido…

Simplemente les pido que vean el siguiente video, que aunque fue creado muy modestamente, puede mostrar un poco de lo que fue “el momento más emocionante de mi carrera automovílistica“.
(Aviso: pueden verlo en pantalla completa):

Cada quién tiene sus hobbies, sus pasatiempos, las cosas que le gustan hacer.
Algunas de ellas, probablemente las tengan desde que eran chicos. Otras habrán aparecido con los años…

Cuando yo era más chico, había algo imperdible cada domingo a la mañana (o por medio, depende el fin de semana): Las carreras de Fórmula 1.

Si se corría del otro lado del mundo, había que chequear el horario correspondiente en Argentina y despertarse como sea.

Creo que el automovilismo siempre tuvo una popularidad ambigua. Están los amantes de los “fierros” que nunca se cansan de discutir el dominio de los Chevrolet o los Ford, y esos otros que no soportan ver vehículos dando vueltas y vueltas al mismo circuito por horas sin que pase nada demasiado importante.

Supongo que algunos de estos últimos también opinarán que el fútbol es sólamente “22 tipos corriendo atrás de una pelota“.

Fórmula 1, La reina del automovilismo

Pero en aquella época, les guste o no, la Fórmula 1 era una de mis pasiones, tal como lo era el fútbol.
Compartida también con mi primo, podíamos pasarnos horas hablando del nuevo prototipo de la escudería Ferrari (que yo apoyaba, en los guantes del gran Michael Schumacher) o las mejoras que tenía el nuevo bólido de McLaren (donde él apostaba carrera a carrera por el finlandés Mika Hakkinen).

Y si hay un circuito emblemático para la máxima categoría de dicha competencia automovilística, ese es el Circuito callejero de Mónaco.

Un circuito donde se corrieron todos los campeonatos desde 1950 (ese año ganada por el gran piloto argentino Juan Manuel Fangio), con muchas subidas y bajadas, curvas cerradas, pocos lugares para pasar autos, de corta distancia y muchas vueltas.
Un trazado cansador, pero claramente también un icono de la Fórmula 1…

Trazado histórico del circuito F1 de Mónaco

Veníamos andando con el Toyotita por la ruta de la Riviera Francesa cuando un cartel anunciaba que la próxima salida a la derecha era el Principado de Mónaco.

Las ganas de conocer un nuevo país y la emoción por todo lo que representaba MonteCarlo para mí, fueron las encargadas de poner “luz de giro” y mover el volante en esa dirección (Para los que no sabían, el Principado de Mónaco es un país independiente, que aunque delega muchos asuntos internacionales en Francia, tiene su propio gobierno y es reconocido internacionalmente).

Desvío de la ruta hacia MonteCarlo, Principado de Mónaco

Tras dar unas vueltas durante un rato por sus excesivamente transitadas y morfológicamente complejas calles, y conseguir un mapa indispensable para llegar hasta la recta principal del circuito, nuestro Toyotita estaba listo para arrancar.

El GPS manual indicando por donde ir en Mónaco, en las manos de Janire

A pesar del tráfico, los semáforos, las calles en doble sentido y las contramano, el Circuito callejero de Mónaco estaba listo para nosotros. El mismo por el que había visto a los mejores pilotos de la historia conducir a altísimas velocidades por años y años de mi infancia.

Creo que el video habla por si mismo. Los días posteriores seguía sin poder creer lo que habíamos hecho y se lo repetía a Janire para que me confirme que había sido verdad.
Reproducía una y otra vez esos videos. Fue para mi un sueño cumplido. La sensación de llevar un viejo hobbie al máximo de lo que puede ofrecer.

Les dejo un par de fotos más de la glamorosa ciudad de MonteCarlo, famosa por su reconocido casino de nivel mundial y su impresionante marina llena de yates de lujo. Son unas pocas fotos porque casi no bajamos del auto, pero el recuerdo será igualmente inolvidable.

Bienvenidos al Principado de Mónaco

Bienvenidos a Mónaco

El famoso casino de Montecarlo, Principado de Mónaco

El famoso casino de Montecarlo, Principado de Mónaco

Principado de Mónaco

Felices tras visitar Mónaco

Ahora sí, los dos mochileros dejaban la sangre azul de lado, y entraban por primera vez a Italia, un país que nos esperaría lleno de hermosas sorpresas. Sorpresas que ya serán parte del próximo post.

Pero antes de cerrar este post personalmente tan emotivo, los invito a lo siguiente… Al dejar comentarios, ¿Cuáles eran sus hobbies de más jóvenes y que podrían hacer con ellos actualmente para sentirse “cumpliendo un sueño” como yo lo hice esta vez sobre la Fórmula 1?
¡Vamos! ¡Anímense a contarlos!

¡Saludos a todos!