Revista Sociedad

Un sueño... ¿o no?

Publicado el 23 marzo 2013 por Reddeblogscomprometidos @redblogscomp
Después de tres largas décadas de una lucha democrática, logramos por primera vez conquistar el corazón y las voluntades de una nueva mayoría de españoles, una nueva mayoría que nos permitió llegar a esta casa de Gobierno y que nos dio el tremendo privilegio, pero también la inmensa responsabilidad, de conducir los destinos de nuestra patria, por un período de cuatro años. 
Ese día comenzó algo mucho más grande que un simple cambio de Gobierno, porque ese día entramos a este Palacio de La Moncloa con una misión, una misión por la cual habíamos luchado tanto tiempo, grande, noble y, al mismo tiempo, muy exigente. Nos propusimos lograr lo que nuestros padres y nuestros abuelos durante tanto tiempo habían anhelado, pero que nunca habían logrado. 
Nosotros no nos dejamos quebrar y llegamos con esa misión, transformar a España, a nuestra patria, durante esta década, en un país que logre derrotar la pobreza y que logre alcanzar el desarrollo. Al mismo tiempo, nos propusimos darle un contenido y un sentido más humano y racional a esta sociedad que queríamos construir. Y nos comprometimos a construir una sociedad de oportunidades, para que todos pudiesen desarrollar sus talentos, de seguridades, para que todos pudieran vivir con dignidad, y de valores, porque en la vida los valores son importantes. Y nuestro Gobierno está profundamente comprometido con ciertos valores esenciales, como la libertad, como la vida humana, como la dignidad de todos los seres humanos, como la familia, como la justicia, y muchos más, que han inspirado todas y cada una de las acciones de nuestro Gobierno. 
También, con una promesa que los españoles comprendieron muy bien: cambiar para mejor la vida de todos y cada uno de los españoles, pero con un compromiso y una preocupación muy especial, porque igual como un padre de familia se preocupa de todos sus hijos, pero con un compromiso y dedicación especial por aquel que más lo necesita, lo mismo debe hacer un buen Presidente y lo mismo debe hacer un buen Gobierno. Y ese compromiso especial era con los más humildes, con los más vulnerables y con nuestra clase media, parados, pensionistas, de forma tal de permitirle a todos nuestros niños, cualquiera sea la calidad de la cuna que los vio nacer, tener la oportunidad de volar tan alto y llegar tan lejos, como sus sueños, sus talentos y sus esfuerzos se lo permitan. Y esa misión grande, noble, pero también exigente, requería no solamente un cambio de Gobierno, requería mucho más que eso, requería un cambio de ritmo y también exigía un cambio de rumbo (…). 
Adicionalmente, tuvimos que enfrentar una economía internacional cuya crisis comenzó el año 2008 y que todavía está lejos de terminar, y que tiene a muchos países, entre ellos los países más poderosos del mundo, viviendo en medio de la recesión, el desempleo y muchas veces la desesperanza. Pero nada de eso nos quebró ni tampoco quisimos utilizar esos argumentos para no ratificar nuestro compromiso con el programa de Gobierno que le habíamos prometido a los españoles; derogamos las pensiones vitalicias, ajustamos los PGE, quitamos todas las subvenciones salvo algunas destinadas al bien social y común, declaramos la independencia de los tres poderes del Estado, obligamos a pagar a la Hacienda Pública y tributar a Fundaciones y aquellas otras entidades que estaban exentas, prohibimos la creación de empresas con dinero público, instauramos un nuevo modelo de partidos, valorando al candidato, instauramos las primarias, fijamos un techo de salario a los políticos electos en función de su responsabilidad y circunscripción, modificamos el funcionariado dando más protagonismo a las Direcciones Generales y sus funcionarios, creamos un solo Estatuto General de los Trabajadores común tanto para la empresa pública y privada. 

Hemos recuperado nuestro valor histórico de España, fijando una Nación común en donde nadie se sienta discriminado, reforzando el papel de las regiones como antaño. Estos ajustes nos han permitido ahorrar el 14 % de nuestro maltrecho PIB aún así ciento cuarenta mil millones, nos permite, mejorar las pensiones, crear nuevas guarderías y mejorar las escuelas, la sanidad, etc.
Por eso, frente a esta adversidad, lejos de quebrarnos, los españoles nos unimos y hemos dado un verdadero ejemplo de valor, de coraje y de unidad, que es reconocido y admirado en el mundo entero. Por ejemplo, cómo no sentirnos orgullosos que en sólo 3 años, un país pequeño como el nuestro, haya logrado reconstruir un 87% una nueva nación Cómo sentirnos orgullosos que simultáneamente con ese proceso de reconstrucción, que ha sido difícil, hayamos logrado, al mismo tiempo, recuperar ese liderazgo y ese dinamismo que como país habíamos perdido, y haber logrado duplicar nuestra capacidad de crecimiento y crear más de cuatro millones nuevos y mejores empleos para los españoles. Y, al mismo tiempo, mejorar los salarios y crear trabajos más dignos y de mejor calidad, con contrato, con previsión social, con seguro de desempleo, y la mayoría de ellos, para nuestros jóvenes y mujeres, que querían y merecían incorporarse en plenitud al mundo del trabajo. 
Ustedes saben la diferencia entre un país que vive en el desempleo, como lo conocimos nosotros, y un país que se acerca al pleno empleo, como lo estamos viviendo hoy en día. En el primero, son los trabajadores los que todas las mañanas salen, a veces con esperanza, a buscar trabajo, y se encuentran con esos letreros que dicen “no hay vacantes”, y vuelven en las tardes con el dolor y, al mismo tiempo, con la angustia de tener que enfrentar a sus familias y decirles que a pesar de sus esfuerzos, siguen estando sin trabajo. En cambio en un país con pleno empleo, como hoy día lo estamos logrando, ocurre justo lo contrario, toda española y español que hoy día quiere trabajar, sabe que va a tener la oportunidad de encontrar un empleo digno, de ganarse la vida con su propio esfuerzo, de sentirse útil y digno frente a su familia y frente a la sociedad. Y son los empleadores los que andan o tienen que andar buscando a los trabajadores, ofreciendo mejores condiciones para poder alcanzar sus objetivos. 
La diferencia entre un país y otro, la sabemos no solamente por lo que significa desde el punto de vista económico, sino porque el trabajo es mucho más que un sustento o una forma de ganarnos la vida, es una manera de sentirnos útiles a la sociedad, de sentirnos dignos. Por esa razón, uno de los objetivos que hemos logrado que más nos llena de orgullo y satisfacción, es poder haber creado esos cuatro millones nuevos y mejores empleos Pero además de eso, cómo nos sentirnos orgullosos que después del retroceso que hubo en materia de pobreza creada por los gobiernos anteriores desde el 2.008, en nuestro Gobierno hemos logrado volver a tener la capacidad de reducir la pobreza y de reducir las desigualdades excesivas que cruzaban a nuestra sociedad. durante estos tres años, dos millones de compatriotas lograron superar la pobreza extrema.
Cómo no sentirnos contentos de haber podido lograr hacer renacer ese espíritu de innovación, de creatividad y de emprendimiento tan propio del alma de los españoles, y que estaba adormecido, al haber logrado crear en estos primeros tres años 150 mil nuevos emprendedores, que ahí están, desarrollando sus talentos, cumpliendo sus sueños, creando trabajo, creando oportunidades. 
Cómo no sentirnos orgullosos si fuimos nosotros los que hemos denunciado y enfrentado como nunca antes en nuestra historia, los abusos que algunos malos políticos, jueces y empresarios cometían en forma muy impune, contra nuestros consumidores y contra nuestros trabajadores. 
Hemos desarrollado unos nuevos tribunales limpios de anteriores compromisos, poniendo a disposición judicial a todos aquellos que se enriquecieron ilícitamente, embargando todos sus bienes con el fin de devolverlos a las arcas públicas. 
Cómo no sentirnos contentos con haber cumplido ese compromiso de crear una nueva política social, no solamente con un nuevo Ministerio de Desarrollo Social, cuya sede está aquí, en el corazón de La Moncloa, sino que también implementando una nueva filosofía, que no castiga el esfuerzo, sino que premia el esfuerzo de aquellos que sufren muchas veces de falta de oportunidades, a través del ingreso ético familiar, que constituye el instrumento más poderoso para derrotar la pobreza extrema en nuestro país. 
Cómo no sentirnos también contentos de que fue nuestro Gobierno el que logró, por fin, después de 30 años de promesas, extender el posnatal de tres a seis meses y ampliar su cobertura, porque el posnatal cubría a sólo una de cada tres mujeres trabajadoras de nuestro país, necesitamos hijos y debemos hacer todo lo posible por incentivar la natalidad y hoy día podemos decir, con legítimo orgullo, que no solamente duplicamos de tres a seis meses su período de beneficio, sino que también extendimos de una de cada tres, a todas las mujeres trabajadoras españolas, el acceso a ese beneficio. 
Cómo no estar contentos que durante nuestro Gobierno aprobamos una ley contra la discriminación, para hacer de España un país más respetuoso con la diversidad y con la diferencia, y un país también más respetuoso con aquellos que piensan o sienten distinto. Porque digámoslo con todas sus letras, nuestros compatriotas tienen derecho, en primer lugar, a saber en qué se gastan los impuestos con los cuales ellos contribuyen, y por eso hemos hecho un enorme esfuerzo en transparencia, y también a saber qué hacen las autoridades que ellos eligen con sus votos. Además, también, a pesar de que todavía no hemos logrado llegar y hacer comprender al país el esfuerzo gigantesco que estamos haciendo en materia de la gran reforma a la educación pendiente.

Artículo de mortalcontribuyente, administrador del blog http://mortalcontribuyente.blogspot.com.es/


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