El ejército de los Estados Unidos ha desarrollado un sándwich que combate las bacterias y se conserva "fresco" hasta dos años.
Para conseguirlo, un equipo de investigadores del Centro de Investigación, Desarrollo e Ingeniería del Soldado de Natick ha empleado una triple estrategia: reducir el pH, unir el agua a otro elemento para que los microbios no la puedan usar, y añadir al envoltorio limaduras de hierro que atrapan el oxígeno, de manera que no está disponible para que crezcan bacterias, levaduras y hongos.
En otras palabras, las condiciones son tan duras dentro de estos bocadillos que ningún microorganismo logra sobrevivir. "Así evitamos que el pan, la carne y cualquier otro relleno del sándwich se pongan rancios", explica Michelle Richardson, coautora del original invento.
En declaraciones a la BBC, los soldados que los han probado aseguran que el sabor del bocadillo es delicioso.