Revista Diario

Un techo sobre tu cabeza

Por Belmunin
Una casa es un lugar donde uno es esperado
(Antonio Gala)
Todos los seres humanos necesitamos un lugar donde cobijarnos. Un lugar al que regresar después de un día de trabajo, un lugar donde podemos guardar nuestras pertenencias, un lugar donde poder comer y descansar. En definitiva, necesitamos un lugar al que poder convertir en nuestro espacio personal. Y hay muchos modos de convivir en ese hogar: solo, en familia, con amigos, en pareja, con un animal de compañía etc. Estas formas de convivencia cambian, evidentemente, a lo largo de la vida. 
UN TECHO SOBRE TU CABEZA

Si yo mirase hacia atrás e hiciese un repaso histórico de cómo he convivido desde que nací, diría que lo he hecho de muchos modos. Hasta que terminé el colegio viví con mis padres y mi hermana en un piso, en mi primer año de carrera compartí piso en otra ciudad con dos compañeras de colegio, en mi segundo año de carrera compartí piso con otra persona, en mi tercer año de carrera viví en una residencia en Austria y en mis dos últimos años de carrera regresé al piso donde había estado la última vez. Tras la universidad, viví durante unos meses en una residencia en Duisburg y cuando más adelante me mudé a Berlín estuve unos meses en una vivienda compartida muy céntrica que tras terminar el contrato tuve que dejar y cambiarme a otra vivienda compartida no tan céntrica pero situada en un lugar tranquilo. Y ahora vuelve a tocar cambiarse de piso porque el contrato de esta también me termina a mediados de octubre. Sí, lo sé, ¡una auténtica odisea!UN TECHO SOBRE TU CABEZAEn la vida se trata de tomar decisiones y es que en mayor o menor medida somos lo que decidimos. Así, escoger un techo sobre nuestra cabeza es una elección que suele ser premeditada y que dependerá de muchos factores como el trabajo, el dinero, la situación personal etc. Y digo "suele" porque no todo el mundo tiene la fortuna de poder contar con ni siquiera un techo sobre su cabeza. En cualquier sitio podemos ver por la calle a personas pobres que no tienen donde resguardarse ni en una fría noche de invierno. Yo veo esto lamentablemente todos los días en Berlín. Veo, por ejemplo, las sucursales bancarias ocupadas por algunas de estas personas o simplemente a alguien resguardado entre cartones bajo un portal o un puente.UN TECHO SOBRE TU CABEZASuele decirse que la convivencia no es fácil y que vivir solo es aburrido. Y yo no estoy de acuerdo del todo con estas afirmaciones aunque todo es relativo... Por un lado, pienso que la convivencia en familia sí puede llegar a ser muy difícil, pues nosotros no escogemos a la familia, nos viene dada desde que nacemos. También puede llegar a ser difícil compartir una vivienda con gente que no conoces de nada. Sin embargo, compartir un piso con tu pareja, con amigos o tu cónyuge no tendrá por qué ser tarea tan difícil, aunque para ello haya que hacer frente a pequeñas discusiones rutinarias.

UN TECHO SOBRE TU CABEZA
El tema de vivir solo ya es otro cantar porque hasta octubre no tendré la experiencia de embarcarme en esa aventura. Pero tampoco creo que vaya a ser aburrido. Yo lo he decidido así porque es algo que me apetece hacer, ya que la época de ir de un piso a otro conociendo y conviviendo con gente nueva se me ha acabado. Ahora necesito mi tranquilidad y mi cobijo para trabajar. A los amigos siempre se les podrá invitar y, quién sabe, a lo mejor un pequeño animal de compañía no vendrá nada mal en este tipo de situaciones. 
UN TECHO SOBRE TU CABEZAPara resumir, yo diría que de todos los modos de convivencia que he mencionado se puede sacar un aspecto muy positivo y que lo que hay pensar es si, como dice Antonio Gala en su frase, en esa casa somos esperados, bien acogidos. Ya sea por tu pareja, por tu familia, por tus amigos o incluso por tu mascota.

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