Un templo para celebrar eventos

Si has visitado alguna vez la catedral de Barcelona, suponemos que habrás visto su coro y los escudos nobiliarios que decoran los respaldos de la sillería. El motivo no es otro que el estricto ceremonial de la Orden del Toisón de Oro que, allá por el siglo XVI, obligó a pintar los sesenta y cuatro escudos heráldicos de los miembros que participaron en el XIX Capítulo que se celebró allí en marzo de 1519, presidido por el emperador Carlos V, Gran Maestre y Jefe Soberano de la Orden.
Pues bien, siguiendo con el relato de algunas de las curiosidades que descubrimos este pasado verano durante nuestro viaje por los Países Bajos, hoy nos toca hablar de la Grote of Sint-Jacobskerk de La Haya, debido a que allí también hay escudos heráldicos de ese tipo, lo que despertó nuestra curiosidad e hizo que nos informásemos al respecto, además de sorprendernos con otras tantas curiosidades, como su especial relación con la Casa Real de los Orange-Nassau y su función como venue para eventos.
La Gran Iglesia de San Jacobo, la principal iglesia protestante de la Haya, está en Torenstraat (calle que hace referencia a su campanario de 100 metros de altura), situada junto a al Groenmark o plaza mayor. El templo es, junto al Binnenhof (Parlamento), uno de los dos edificios más antiguos de la ciudad, y de una primitiva capilla de madera fue transformándose en el impresionante edificio que es hoy en día. La parte más antigua data del siglo XIV y las más modernas son del siglo XV. Entre 1420 y 1424 se construyó la torre -la única de los Países Bajos con forma hexagonal-, que se ha convertido en todo un referente de la ciudad. En sus inicios, dado que la campana era demasiado grande para colocarla en la torre, en lugar de campanario sirvió como puesto de observación debido a que desde allí se puede disfrutar de unas increíbles vistas de la ciudad. El periodo de su construcción coincide con la constitución de los Países Bajos Borgoñones y el dominio de esa zona por los duques de Borgoña (1384-1477), lo que explica la presencia de Felipe el Bueno en la Haya y su contribución en la financiación de la construcción del templo.



Investigando respecto al porqué de los escudos nobiliarios, resulta ser que en el mes de mayo de 1456 se celebró allí el IX Capítulo de la Orden del Toisón de Oro, que presidió el propio Felipe III de Borgoña. De acuerdo con los estatutos fundacionales de la Orden (una copia de los cuales, por cierto, se guarda en la Koninklijke Bibliotheeck (Biblioteca Real de la Haya), se establecía que los respaldos de los asientos del templo que ocupasen los caballeros de la Orden durante los capítulos deberían decorarse con sus respectivos escudos de armas, y que cada escudo tendría que ir rodeado del collar con el Toisón, timbrado con un yelmo (mirando hacia el altar mayor) y llevar inscrito el nombre y los títulos del propietario. A diferencia de los de la catedral de Barcelona que siguen ocupando la sillería original, en la Haya los escudos ya no están en su lugar original, sino expuestos en las paredes a modo de plafones decorativos.
Otra curiosidad del templo, a pesar de que ya no tiene una verdadera función religiosa, históricamente desde el siglo XVII ha jugado un papel destacado en las celebraciones religiosas de los bautizos y enlaces matrimoniales de los miembros de la dinastía Orange-Nassau. El listado de eventos reales lo encabeza el bautizo del príncipe Guillermo II de Orange-Nassau el 1 de julio de 1626, donde también se incluye el primer enlace matrimonial, el 5 de marzo de 1760, que protagonizó la princesa Carolina de Orange y Nassau-Dietz. Pero fue durante el siglo XX e inicios del XXI cuando más acontecimientos familiares ha albergado, como el matrimonio de la reina Guillermina con el príncipe Hendrik en 1901, el de la princesa Juliana (futura reina) con el príncipe Bernhard en 1937, el de la princesa Margriet (hermana de la anterior reina Beatrix) con Pieter van Vollenhoven en 1967 y el del príncipe Constantijn con la princesa Laurentien en 2001, así como los bautizos del actual monarca, Wiliem Alexander, el 2 de septiembre de 1967 y el de la actual princesa de Orange, Catharina-Amalia, el 12 de junio de 2004.



Debido al carácter secular que el edificio ha acabado adquiriendo, también llama la atención ver en la fachada y en el interior diferentes anuncios publicitarios que nos lo presentan como un espacio para eventos, que ofrece la posibilidad de poder alquilar alguna de sus diferentes salas (nave principal, presbiterio, pasillos laterales…), para organizar cenas, bailes, recepciones, exposiciones, conferencias o conciertos, a los que también se ha incorporado la posibilidad de celebrar un matrimonio de carácter civil… Por cierto, nada más entrar te darás cuenta de esa característica de espacio multiusos ya que echarás de menos los bancos y reclinatorios que habitualmente contiene cualquier templo.
Con la finalidad de poder hacer económicamente viable la conservación y el mantenimiento de algunos templos protestantes de los Países Bajos, de un tiempo para aquí se han sometido a una reconversión de espacios como solución, asignándoles nuevos usos o funciones. Una buena idea, pero que no deja de llamar la atención.



Para saber más:
Grote Kerk Den Haag (en neerlandés)