Nadal muerde su tercer trofeo de Másters 1.000 de Madrid.
– Lo que no voy a hacer nunca es estar en una pista de tenis sin dar todo lo que tengo dentro. Eso jamás. Rafa Nadal (Manacor, 1986) lo dice en octubre de 2005 tras remontar dos sets en contra en la final del Másters 1.000 de Madrid ante Ivan Ljubicic. Aguanta un dolor indescriptible en el pie izquierdo y las rodillas y cuando el doctor Cotorro le queda la venda del pie tras el partido descubre ampollas, sangre y piel desgarrada en algunas zonas. El balear ha logrado una victoria épica, pero poco después tiene que renunciar a la Copa de Maestros de Shanghái y su carrera se pone en entredicho varios meses. Una situación que volvió a vivir
durante siete meses, desde su derrota en Wimbledon el curso pasado hasta su reaparición en Viña del Mar en un curso fantástico para él. Nadal ha jugado siete torneos y ha levantado cinco, el último y por tercera vez en su carrera –como Roger Federer– en Madrid ante un Wrawrinka que no fue ni la sombra de aquel Ljubicic que le formó al máximo. El suizo levantó la bandera blanca de rendición tras una hora y 20 minutos y un marcador muy claro: 6-2 y 6-4. Nadal logró su 40º torneo en tierra batida, igualando la marca de Thomas Muster.El balear tiene a solo seis el récord de Guillermo Vilas, el mejor especialista en arcilla de la historia por palmarés. “Quizás esta victoria es aún más especial por donde venimos, de una temporada complicada”, dijo tras ganar su 23º Másters 1.000: “El torneo ha salido mejor imposible. Es el partido en el que he estado más agresivo, he jugado un gran partido. He conseguido jugar a un nivel alto”. Su próximo reto es revalidar su título en Roma –donde acumula seis–, un logro que le haría recuperar el cuarto puesto en el ránking y tener cruces más favorables en su ciudad fetiche, París. En Roland Garros.