“Tomó un tiempo para que se diera cuenta de que Jesús podría ayudarle. “Fue difícil para él entender”, dijo Nazanin Baghestani. (ORIENTE MEDIO.)
¿Hasta qué punto es posible creer en el arrepentimiento, conversión y transformación de personas que acabaron con la vida de otros seres humanos, simplemente porque no aceptaron sus creencias? Si dependemos de la capacidad humana, ciertamente no sería posible creer, pero afortunadamente sabemos que en Cristo todo es posible al que cree.La organización Mission Network News publicó el testimonio de un terrorista musulmán que actuó durante mucho tiempo como verdugo del Talibán, una especie de grupo religioso islámico fundamentalista que surgió en 1994 en Pakistán y Afganistán.
En nombre de la “jihad”, o “guerra santa”, como se llama popularmente, los terroristas llegan a ejecutar a los que consideran enemigos del régimen, especialmente los de la fe judeocristiana.Este hombre al cual no se le reveló su nombre por razones de seguridad, fue apenas uno de los que siguen algunas creencias sin entender los fundamentos racionales de su fe. Pero no por mucho tiempo. Debido al sufrimiento emocional causado por las muertes que causó, no podía dormir y tenía pesadillas constantes.
Esto hizo que resolviera llamar a la emisora Mohabat TV, que transmite contenido cristiano a África, Europa y Oriente Medio. Él quería aclarar sus dudas sobre el cristianismo y, al final de cuentas, terminó encontrando la paz en Jesucristo al comprender la verdad revelada por Dios.“Tomó un tiempo para que se diera cuenta de que Jesús podría ayudarle. “Fue difícil para él entender”, dijo Nazanin Baghestani, responsable del equipo que atendió al ex terrorista de los talibanes.“Una noche, después de orar, conversar con él y leer la Palabra, él durmió. Y aquella noche él dijo: ‘Fue la primera noche en que conseguí dormir en paz’. Entonces él realmente intentó perdonarse”, añade Baghestani.Baghestani explica que incluso en los casos más extremos de odio y violencia contra los cristianos, Dios manifiesta su amor y su perdón. Él citó la vida del apóstol Pablo como ejemplo, que antes de convertirse fue uno de los mayores perseguidores de su época.
“Jesús dijo que quien lo busca lo encontrará, y quien toca se le abrirá la puerta abierta. Ellos están buscando y Dios responde. Él responde con visiones, sueños y toca sus corazones, responde sus oraciones con milagros y señales. Tenemos muchos testimonios poderosos”, destaca.“Jesús puede transformar el corazón más duro y la persona más tercas. Hemos visto a muchas personas semejantes a Pablo viniendo a Cristo. Con este testimonio, que estamos tratando de decir que hay esperanza y que Dios está trabajando hoy en día”, concluyó.