Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Me han crucificado cada vez que digo que los países son una mala invención que nos ha llenado de muertes y sombras; de pobrezas e injusticias... de niños huerfanos y terribles ilusiones. Se me olvida un tiempo los horrores que hemos cometido en nombre de las patrias, pero me basta con mirar como unos niños trabajan envolviendo con papel de periódicos las lozas para destruir los sueños...
Mientras algunos niñas les gusta jugar al papá y a la mamá con sus muñecos y sus tacitas, en el norte de Irán los niños kurdos tienen cumplir los roles de verdad. Los hermanos mayores hacen de padre y madre de sus hermanos pequeños... trabajando en el mercado Ayoub (Ayoub Ahmadi) el hermano mayor trabaja en un mercado iraquí con su hermana menor Ameneh (Amaneh Ekhtiar-dini) y su hermano deforme Madi (Madi Ekhtiar-dini) envolviendo lozas y cargando sacos de contrabando para los almacenes de la zona franca, unos pocos pesos de pago y luego correr hacia la camioneta que los trae de vuelta a Irán con alguno que otro contrabando escondido entres sus ropas... en la casa espera Rojin (Rojin Younessi) con comida cuidando al hermana menor.
El padre es contrabandista en tierras peligrosas, llenas de emboscadas y campos minados que hacen que confunden con el blanco la muerte y el miedo... así es como llega el cuerpo sin vida a la casa de los niños, como el entierro definitivo de los sueños de estar mejor... y para Ayoub la confirmación definitiva de que ahora él debe ser el que traiga el dinero a la casa... para ello debe dejar el colegio y reemplazar al padre en los contrabandos. Velar por que a sus hermanos no le falten ni sus útiles ni sus medicinas y que tengan comida son las nuevas motivaciones para una familia en que el único elemento para aferrarse a la realidad es el amor que entre ellos se tienen van demostrando esa maldita injusticia que tiene la historia con algunos pueblos.
Los esfuerzos comunes se encuentran en tratar de que su Madi se encuentre bien, de juntar dinero para que se opere... pero ¿qué hacer cuando la manos son pequeñas?, las mulas beben agua con licor y las montañas esperan con balas de muerte para los contrabandistas. ¿Qué hacer con esa nieve que llega a las rodillas?. Sólo el saber que son niños da la esperanza del tiempo, de que vendrán tiempos de sueños, tiempos mejores... puede ser que sea sólo por cruzar una alambrada, o puede ser por un matrimonio... o a lo mejor por las letras que una niña aprende en la escuela... o simplemente por ver que la generación de sus padres ha destruido países llenando de muerte que ellos quieran de sus vidas algo distinto... no lo se. Pero entre toda esa pobreza rural llena de nieve, de sueños congelados, sólo queda la esperanza de que pasarán años para tratar de arreglar los desastres que hemos cometido y las injusticias hacia pueblos desplazados como los kurdos.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?*
(Miguel Hernández)
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Zamani barayé masti asbha en Wikipedia
4.- Trailer