Un tifón en Nueva York.

Parece ,y ya sé que va a resultar muy típico lo que escribo, que las desgracias siempre recaen en los países más pobres e indefensos. Y es entonces cuando palabras como muertos,destrucción,enfermedades,desaparecidos entre otras… comienzan a convertirse en  algo habitual al encender la televisión o la radio.
El tifón Yolanda tocó tierra  el pasado 8 de Noviembre con toda su fiereza a 315 kms por hora,arrasando con lo poco que tenía la mayoría de la población en Filipinas ,incluidas sus vidas.
Antes de todo esto,la situación ya era alarmante en ese país donde según las cifras 28 de cada 100 filipinos vivía bajo el umbral de la pobreza y la gran mayoría niños.Las dichosas cifras necesarias para conocer pero tan poco útiles para solucionar…
Y ahora,después de las 5.000 víctimas (número que con dolor sigue subiendo) el gobierno calcula que serán necesarios unos 4.300 millones para la reconstrucción.Supongo que en esto todos los gobiernos tiene algo en común,y es que calculando son unos auténticos “hachas” mientras su gente sufre esas desgracias que quizás podrían haberse evitado o por lo menos minimizado.
Mientras, el mismo gobierno que ha dejado a su población abandonada a su suerte se jacta de que su proceder ha sido el correcto y están haciendo todo lo que pueden…Yo tengo mis dudas y deseo  exponerlas:
Días antes en Twitter,concretamente el día 3 de Noviembre leí un tuit del conocido aventurero y expedicionario Jesús Calleja en el que anunciaba la aparición de una depresión tropical que se convertiría en ciclón y con seguridad golpearía Filipinas. Por si esto no fuera suficiente sabiendo ya su trayectoria el día 6 ya se había convertido en tifón,entonces…¿Que pasó con el plan de evacuación?.¿Donde estuvo esa anticipación?.Hablamos de una semana entera,considero yo tiempo suficiente…
Luego pienso y quizás yo misma me puedo responder a esas preguntas :-”No hay medios efectivos,son países en los que  la vida humana definitivamente no vale nada.”.Una vez más me atrevo a decir que el verdadero cáncer de  este país (como en muchos otros) es su gobierno y el mirar para otro lado la única solución.Y es que… no es lo mismo un tifón en Filipinas que otro en Nueva York.
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