Revista Comunicación
Thomas Hobbes (1588-1679) fue uno de los pensadores políticos ingleses más importantes. Lo que no es tan conocido es que también fue uno de los primeros fanáticos del ejercicio. Cada mañana salía dar un largo paseo y subía colinas a rápidas zancadas hasta quedarse sin aliento. Por si se le ocurría alguna buena idea mientras paseaba, se hizo hacer un bastón especial con un tintero en el mango. Este hombre alto, rubicundo y alegre que lucía un bigote y una barba algo rala había sido un niño enfermizo. De adulto, en cambio, contó con una salud extraordinaria y jugó al tenis hasta una edad muy avanzada. Comía mucho pescado, bebía muy poco vino y solía cantar –cuando estaba a solas, procurando que nadie lo oyera- para ejercitar sus pulmones. Y, por supuesto, al igual que la mayoría de los filósofos, tenía una mente muy activa. El resultado es que vivió hasta los 91 años, una edad extraordinaria para un siglo, el XVII, en el que la esperanza de vida era de 35 años.
NIGEL WARBURTON
“Una pequeña historia de la filosofía”
fuente: http://issuu.com/russito/docs/warburton-nigel-una-pequena-histori