Tenía 25 años cuando empecé a sentirme mal no quería comer vomitaba o iba al baño muchas veces, ese momento de mi vida no era el idóneo para empezar con una enfermedad porque tenía una depresión muy fuerte. Cuando empecé a perder peso un kilo, dos bueno en un principio me decía a mí misma bueno así tendrás mejor figura que estas rellenita, pero el peso lo fui perdiendo más y más hasta un total de 50 kilos.
No sabía que me pasaba me encontraba mal decaída también por mi depresión pero fui tratándomela poco a poco salí del bache pero seguía perdiendo peso y mi madre me llevo a una psiquiatra y a un médico especialista en digestivo. La psiquiatra me lleno de pastillas calmantes siendo que yo por mi misma había salido del bache tan gordo pero al haber perdido tanto peso una madre piensa siempre en la bulimia o la anorexia, el médico de digestivo me hizo pruebas y no vio nada de nada no había inflamación no había nada, hasta que un día llegue a la consulta con mucho dolor en la parte izquierda y el médico me hizo en ese momento una ecografía. Ohh!! milagro ya tengo la solución tenía tres piedras en la vesícula y cuando le pregunte si eso era peligroso me dijo que no tenía importancia, al ver que el dolor era más fuerte cambie de especialista el cual le echo la culpa a mis piedras de mis dolores normal, las diarreas y los vómitos.
Así que nunca había pasado por quirófano y me lo pensé un poquito a ver si se podía hacer algo con esas piedras antes de operar pero eran tan grandes que no se podía hasta que un día me dio un cólico muy fuerte y en un mes estuve operada ni me lo pensé ya no quería más dolor.
Paso un mes, dos y recién operada y con tratamiento para dolor yo no notaba nada pero seguía yendo al baño con más frecuencia de la normal. Volví al especialista me hizo pruebas y pruebas y nada no salía nada ni infección nada todo limpio todo bien así estuve con ese medico 5 años el cual me dio ansiolíticos porque decía que era un colon irritable. Me canse de tomar pastillas que me dejaban atontada todo el día quería vivir había superado muchas cosas pero con esto no podía era ir al baño mañana tarde y noche, además mucho dolor.
Perdí mi trabajo perdí “amistades” por no querer salir de mi casa me daba miedo salir y hacérmelo encima y tener dolor además de bajadas de tensión que me encerré en mi cuarto iba del salón a mi habitación y al baño. No quería más médicos no quería más que desaparecer de la faz de la tierra, hasta que llego alguien, siempre es alguien con una gran fuerza un gran poder alguien que va a buscarte y llevarte al fin del mundo para que te vean, se cruzó toda España para levantarme, agitarme y decirme venga que no eres un trapo o mueves o mueves.
Levante la cabeza y busque otro médico especialista de digestivo, empezó desde cero contraste, analítica de sangre, prueba de alergia… hasta que llego a la colonoscopia resulta que mi inflamación no se veía a simple vista que era a nivel celular cuando vi el resultado dije algo ha salido algo por lo menos hay algo lo sabía. Salí de la consulta diciendo veis hay algo no puede ser que no se haya visto pero lo hay siguieron escáner y contraste, y lo mejor de todo medicación tomaba seis pastillas diarias de solo esa medicación empecé ir menos al baño ya veía algo de luz pero aun quería más quería recuperarme cuanto antes quería correr recuperar el tiempo perdido.
Así que busque apoyo en un médico cirujano estupendísimo que además de practicar la medicina tradicional también usa medicina de homeopatía y acupuntura entre eso y las pastillas del otro cada día estoy mejor y más feliz recaídas tengo, mi vida ha dado un giro de 360º de Zaragoza me he ido a Cádiz donde llevo unos meses increíbles eso sí, siempre en contacto con mis médicos llamándolos cuando lo necesito y dándoles las gracias por donde estoy, viajando a Zaragoza cada cierto tiempo hasta que termine.
No tengo miedo a salir y hacérmelo encima aunque sigo llevando en el bolso ropa para cambiarme y medicinas para el dolor pero soy feliz que es lo más importante y he cogido peso y color que estaba pálida.
Mercedes.