Revista Salud y Bienestar
Las cosas que llevan mucho tiempo en nuestra mente necesitan en ocasiones de una chispa que las haga surgir... y de pronto lo ves claro.
Eso es lo que me ha pasado con estas palabras que acudieron a mí el pasado jueves en un descanso de las XXV Jornadas de hipertensión y riesgo vascular del área sanitaria de El bierzo; tras la charla de Marta Fernández Fernández Nefrología Pediátrica del CAULE sobre "hipertensión arterial en el adolescente" conversando con una compañera del Centro de salud Ponferrada II conveníamos que los programas de prevención tienen poca predilección de los decisores políticos por su impacto "en diferido" y su escasa visibilidad para la sociedad.
En cuanto lo pronunciamos supe que ese pensamiento siempre estuvo ahí sólo esperaba el momento... La reflexión sobre si un centro, área o sistema se puede seguir permitiendo invertir cientos de millones en alta tecnología y procesos muy complejos técnicamente mientras renuncia a invertir una decena de miles en actividades de prevención sólo encuentra una respuesta: los votos.
Así de triste si, además se acompaña del alto impacto emocional que causa la impresión de "salvar una vida" ahora, en directo frente a la de poder salvar a cientos de personas de padecer enfermedades crónicas y ver su esperanza de vida acortada en un futuro... incierto.
La comparación con temas polémicos como el tratamiento novedoso reclamado mediante presión social o el acelerador de última generación que sólo podría funcionar 11 meses al año sin garantizar un buen balance coste-seguridad os la dejo a vosotr@s.
Buen domingo.
PD: Reconozco que el gazapo lingüistico ("Transplante" por "Trasplante") no queda muy fino, pero no soy de andar escondiendo errores...