El Maglev (trenes de levitación magnética) han atraído un gran interés durante los últimos años debido a sus capacidades de alta velocidad. Este proyecto tuvo un comienzo lento ya que el primer Maglev de pasajeros, inaugurado en 1984, fue un servicio de transporte en el aeropuerto internacional de Birmingham, que sólo viajó a velocidades de hasta 42 km/h. Desde entonces, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados y el tren de pasajeros más rápido del mundo es actualmente el Shangai Maglev Train, que puede alcanzar velocidades de hasta 431 km/h.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Jiaotong, China, ha construido una plataforma de prueba de prototipos de un nuevo modelo llamado "super-maglev", que podría en teoría, alcanzar velocidades de hasta 2900 km/h.
Las altas velocidades de este tren se logran mediante el uso de un tubo de vacío para reducir la resistencia del aire que restringe la velocidad de otros trenes de levitación magnética. El equipo redujo la presión de aire en el tubo de ensayo a 10 veces menor que la presión atmosférica a nivel del mar, que reduce sustancialmente la fricción y por lo tanto permite velocidades más altas.
Las velocidades alcanzables por el super-maglev están actualmente limitadas por el pequeño tamaño de la plataforma de prueba; sin embargo, si se construyen túneles más largos, piensan que podrían triplicar la velocidad de un avión comercial. Un viaje de París a Moscú podría hacerse en torno a una hora si existiera un túnel recto.
Por el momento se están llevando a cabo pruebas de evacuación en el nuevo sistema, y se darán a conocer los resultados en un futuro próximo.