El escritor noruego, Knut Hamsun,ganador del nobel, denigrado por su apoyo al régimen nazi, en su obra Un vagabundo toca con sordina, parte de la trilogía del vagabundo, sigue con el deambular del personaje encarnado por el VAGABUNDO.
El vagabundo, se acerca al sitio donde quiere llegar, según se acerca trabaja en algunas granjas para pagar comida y un lugar donde dormir mientras espera llegar al lugar que espera.
Tras seis años de ausencia el protagonista vuelve a la hacienda que pertenece al capitán Falkenberg. Sin ser reconocido ya que su barba le hace parecer un vagabundo, consigue trabajo al finalizar el invierno. El vagabundo sirvió bajo las ordenes del capitán, el panorama es desolador. Los Falkenberg siguen sin poder tener hijos, y la relación del matrimonio este cada día mas fría, cada día más distantes. La sombra de una posible infidelidad se cierne sobre ellos.
Antes de llegar intenta informarse de los Falkenberg, cuando se encuentra con un hombre que le da respuestas un poco vagas. El capitán pasaba los veranos en el campo de instrucción, y aunque preferiría estar en su casa el deber le obligaba a ir. Mientras tanto la señora se quedaba sola, bueno siempre había forasteros en la casa. No tenían hijos pero aun estaban a tiempo de tenerlos. Nuestro protagonista no quería llegar a Ebrevoe, la casa de la familia Falkenberg, si en esta había una reunión de forasteros. Los dueños eran gente con glamour, no tenían dificultades, les sobraban los recursos, tenían un hogar con riqueza y esplendor.
También quería saber sobre Lars Falkenberg, que aunque tienen el mismo apellido no es familia del capitán, antiguo compañero de trabajos en el bosque, que dejo de trabajar para el capitán, el cual le había cedido aun pedazo de tierra para labrar que le daba lo suficiente para vivir. Se había casado con Emma la criada de la casa y habían tenido dos hijos. Eran gente activa y trabajadora, que ya habían conseguido tener dos vacas en su propiedad. Con esta información nuestro vagabundo se acerca a su objetivo.