Segundo integral sobre la serie Los Mundos de Aldebarán, que nos llevará a conocer otro de los planetas donde los humanos intentamos formar una colonia. Aquellos que siguieran nuestras recomendaciones y comenzaran a leer el integral, habrán reconocido el nombre de Betelgeuse. En dicho planeta se intentó repetir el éxito colonizador de Aldebarán, pero nada ha salido como se esperaba.
El creador de esta maravilla, Leo, nos vuelve a transportar a un planeta exótico, exhuberante e incomprensible para nosotros. A través de los humanos asentados en Betelgeuse, nos adentramos en un planeta desértico y árido, horadado por cañones interminables, convertidos en islas de vegetación y llenas de vida.
De alguna forma, se fluye fácilmente por las páginas. Sin ser una saga cósmica en toda regla, consigue transmitirnos una sensación de conexión entre razas de otros planetas y la humanidad.
La pena es que nos quedamos con las ganas del tercer ciclo, del que ya hay tres tomos publicados en Francia.
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