Un verano de Zelda: Majora's Mask

 ¡Saludos, hylianos! Como cada semana volvemos a coger nuestro "barco particular" a la tierras que el elfo de ropas verdes, aunque esta vez no será Hyrule, sino Términa, el lugar que visitaremos. Y tal vez alguno pregunte ¿Que sitio es Términa? pues es, nada menos, que el lugar de una de las aventuras de Link preferidas de un servidor: "The Legend of Zelda: Majora's Mask"
 Salido en el año 2000 al mercado, a este juego le corresponden los honores de ser el actual ecuador de la saga y también de ser uno de las historias más raras de la misma. Sin ir más lejos, su planteamiento podría asustar a cualquiera: tienes que salvar un mundo de ser destruido por su propia luna, y sólo tienes 3 días ¿Como ha llegado a Link a meterse en semejante embrollo?

 Este título se presenta como secuela directa del Ocarina, en cuya introducción misma se nos cuenta como Link, tras salvar Hyrule en el juego anterior, parte en la búsqueda de un "amigo desparecido", cuyo nombre no se menciona en toda la aventura, aunque todos aquellos que la jueguen sabrán decirnos quien es. Mientras va por un bosque con Epona (la yegua que consiguió en el anterior juego) topa con un "skull kid" (unos duendecillos sin rostro del bosque) que va con dos hadas y lleva una siniestra y extraña máscara. Los seres feéricos aquí mencionados harán una treta a Link que le hará caer y permitirá a los extraños robar caballo y ocarina al elfo, que correrá tras ellos. Al hacerlo se internará en una cueva, y hacerlo caerá -sin poderlo evitar siquiera- en un profundo foso que es, en realidad, una puerta a una "dimensión alternativa": Términa.

 En Términa Link encontrará las mismas razas y culturas que en su mundo, pero organizadas de distinta forma. Pero lo que más llamará la atención a Link es lo cerca que anda su luna sobre la tierra. Entonces un misterioso vendedor de máscaras le pondrá en situación: la Luna va a caer sobre Términa en 3 días, a causa de un hechizo lanzado por aquel Skull Kid enmascarado, cuya fuente de poder es precisamente ese atuendo, conocido como "Máscara de Majora", creado por un poderoso hechicero tiempo atrás.

 Pero... ¿Como hará Link para detener la Luna y recuperar la máscara en tres días, más contando con que necesita la ayuda de 4 espíritus que duermen en 4 lejanas mazmorras, cada una en cada uno de los 4 puntos cardinales de Términa? El secreto es de nuevo la ocarina.
 Link viene de Hyrule con la Ocarina del Tiempo, que le permitirá también controlar el tiempo de Términa. Así, podrá aligerar la cuenta atrás... o ponerla a contar de nuevo. Y es que Link podrá volver al pasado tantas veces quiera, pero conservando lo que consigue (excepto munición y rupias, para lo cual hay bancos). Por ello podremos en este juego pasarnos las mazmorras, los puzles para llegar a ellas o los jefes tantas veces como queramos, "capacidad de rejugabilidad" que es una de las cosas que lo hacen muy divertido.

 Pero no es sólo la historia principal: hay además ocultas en este juego un sinfín de misiones secundarias y secretos, que consiguen que un juego que representa un período de tres días se vuelva infinito.
 Pero la cosa no acaba ahí: y es que en Términa parece que las máscara tienen auténtico poder. Nos encontramos entonces, además de todos los artefactos que Link usará, una lista de máscaras, capuchas y gorras que darán a Link habilidades o incluso lo transformarán completamente, lo cual da también un toque muy divertido al título.
 Ya para terminar me gustaría hacer referencia al apartado técnico. El juego es también de Nintendo 64, como su predecesor Ocarina of Time, pero al salir en el año 2000 el cambio se notaba. Nos encontramos entonces ante un juego que poseía unos gráficos superiores al de la "obra maestra", pero que -pese a ello- siempre ha sido tenido menos en cuenta que su predecesor. Con respecto a la banda sonora tampoco se quedaba atrás, pues, aunque se reutilizaron algunos temas de Ocarina, también se realizaron muchos nuevos para la ocasión, de calidad innegable.


 En general un juego que es tan bueno, o incluso mejor que el Ocarina, pero que cuando llega la verdad muy poca gente recuerda frente a su predecesor. No os dejéis engañar por las apariencias: pese a su extraña historia y su extraño sistema de juego, es tan divertido, bueno y genial como el Ocarina, y creo que se merece también un  hueco en vuestras estanterías (o entre vuestros canales de Wii).