¡Hola de nuevo, monotematiquefemeros! Como cada semana volvemos al barco de Nintendo y nos vamos de viaje a las tierras que ya recorrió su mítico elfo verde. Y preparaos bien, porque hoy no visitaremos una tierra, sino dos: ¡Holodrum y Labrynna!
El hecho de que hoy toquen dos países en lugar de uno tiene sus razones. Resulta que en 2001, a poco que quedaba para que la GameBoy Color pasase el cetro de la realeza portátil a GameBoy Advance, Nintendo cedió a Capcom los derechos de los personajes de la saga Ocarina of Time-Majora's Mask, para que crearan tres spin-offs que pudieran aprovechar el boom del cable link que había causado Pokémon. Al final de tres sólo se crearon dos, que son los que analizamos hoy: "The Legend of Zelda Oracle of Seasons" y "The Legend of Zelda Oracle of Ages"
Pero no os confundáis: que sean spin-offs no quiere decir que sean malos. Al revés, fueron un gran éxito, muy divertidos y, además, se consideran auténticas reliquias por todos aquellos que aún conservan sus cartuchos. Y digo cartuchos porque ambos juegos son igual de míticos, ya que cada uno ofrecía algo distinto, aunque al final lo realmente bueno era juntar ambos.
Oracle of Seasons se centraba más en la acción. En él se contaba como Link era enviado a la lejana tierra de Holodrum, en dónde se le encomendaría la misión de rescatar al Oráculo de las Estaciones, Din, una chica con el poder de controlar el paso de las estaciones, cuyo rapto ha producirá en esta tierra que las estaciones se confundan y revuelvan.
Para poder rescatarla Link conseguirá el Cetro de las Estaciones, que será su "artefacto clave" en este juego, el cual le permitirá en cualquier momento (siempre y cuando esté sobre un tronco y haya conseguido previamente ese poder) hacer que en un lugar empiece repentinamente la primavera, el verano, el otoño o el invierno, con los consiguientes cambios en la geografía del lugar que eso implica.
Oracle of Ages se centraba más, en cambio, en los puzles sesudos. El comienzo de esta historia es el mismo: Link es enviado por la Trifuerza a una tierra lejana (en este caso Labrynna), en dónde debe rescatar al Oráculo del Tiempo (Nayru), que ha sido poseída por una malvada bruja-demonio llamada Veran para así viajar al pasado y modificar el presente a su antojo.
En este juego Link, en lugar del cetro, contaba con el Arpa del Tiempo, una lira que tiene el poder de permitirte viajar del presente al pasado y del pasado al presente (al futuro no, eso nunca), poder que Link debe utilizar para poder sortear los obstáculos en su camino. Así, por ejemplo, si hay un desnivel muy alto para llegar a una ciudad en el presente, pero en el pasado había una escalera, viajamos al pasado, subimos la escalera, y una vez arriba, volvemos al presente y así habremos conseguido cruzar el desnivel.
Pero claro, como dije antes, lo interesante no es jugar cada juego por separado, sino unirlos. Para ello, cuando acabemos cualquiera de los dos se nos dará un código que nos permitirá empezar el otro como directa secuela del que hemos jugado (sin importar el orden). Esto implicará que en el segundo juego empezaremos con la espada, veremos a gente que ya nos conoce del juego anterior y además se nos unirá una tercera damisela en apuros: Zelda, a la que deberemos rescatar de las garras del que realmente estaba detrás de los raptos de las otras dos doncellas: Ganon.
Pasando ya aspectos técnicos, ambos juegos lucen igual, con gráficos y sonido muy al estilo de lo que ya se vió en "The Legend of Zelda Link's Awakening DX", llegando al punto de que algunos sprites y músicas del DX están "reciclados" en este juego, aunque hay también cosas distintas.
Y bueno, creo que por hoy es suficiente. La siguiente semana volveremos a viajar a otra tierra de fantasía de esas que Nintendo crea para las aventuras de nuestro elfo favorito (que no es Legolas), pero hasta que hagamos el viaje debéis esperar con paciencia. ¡Nos vemos!