Un verano de Zelda: The Minish Cap

 ¡Saludos hylianos! De nuevo volvemos a estar aquí, como cada semana, para viajar a esas fantásticas tierras de fantasía que Nintendo nos ofrece con cada nuevo juego de su franquicia de acción y fantasía: ¡The Legend of Zelda! Y el juego de la saga elegido hoy es "The Minish Cap".
 Ya vimos con anterioridad como Nintendo dejó a Capcom el desarrollo de sus juegos de Zelda portátiles, con resultados muy aceptables y unos juegos muy divertidos, que atrajeron a mucho público nuevo para la saga. Por ello, y seguramente también para atraer a nuevos públicos, Nintendo volvió a dejar al elfo verde en manos de esta compañía para hacer otro juego portátil: "The Legend of Zelda: The Minish Cap"

 Este juego nos sitúa en un Hyrule completamente distinto a los que hemos visto hasta ahora. Construido con la estética "toon" que ya introdujeron The Wind Waker y Four Swords, tiene un aire mucho más "de cuento de hadas", aunque no por ello faltan en este mundo las leyendas épicas.
 Una de ellas destaca especialmente, y es la que cuenta que en el pasado el mundo fue salvado de los monstruos gracias a un héroe con una espada mágica que le fue entregada por los "minish": una raza legendaria de minúsculos duendecillos. Para recordar este regalo que hicieron a todo Hyrule sus habitantes celebran una fiesta cada 100 años, y es en esta fiesta dónde empieza nuestro querido Link, que es en esta ocasión hijo del herrero de la guardia de palacio e íntimo amigo de la princesa de Hyrule (Zelda). El héroe (que no lleva su sempiterno gorro en esta ocasión) le acompañará a la feria que se ha organizado por la fiesta pero ocurrirá una desgracia: un misterioso personaje aparecerá para romper la espada sagrada para así liberar a los monstruos de nuevo sobre Hyrule. Además convertirá en piedra a la Princesa Zelda. A nuestro héroe no le dejarán elegir: por orden del rey debe buscar a los minish para arreglar la espada legendaria y quitar el hechizo que hay sobre la princesa.

 Pero ¿Como hará Link para encontrar a una raza que no se puede ver? Esto lo hará gracias a Ezlo, un extraño gorro parlanchín que Link encontrará en medio del bosque, el cual dotará al héroe de una curiosa habilidad: en ciertos lugares puede encogerse hasta la altura de los minish para así poder internarse en este mundo.
 Se plantea por tanto un interesante gameplay, ya que -por ejemplo- si estamos en un sitio dónde hay una puerta cerrada por dentro, pero hay un agujero de ratón, podremos encogernos para entrar en el agujero de ratón y así descubrir alguna forma de abrir la puerta. Pese a ello esta curiosa idea no está lo suficientemente explotada, ya que, al estar obligado Ezlo a realizar el hechizo de reducción en sólo unos determinados lugares, la verdad es que ni podremos usarla tanto como se esperara ni se nos propondrá dificultad alguna saber dónde hay que usarlo y dónde no (los sitios son bastante visibles).
(¿El Link más portátil?)
 Pese a ello, la mayor lacra de este juego en mi opinión no esta, sino su duración: frente a los largos oracles este juego se planta con sólo 6 mazmorras, que aunque largas, no dan la duración y profundidad que tuvieron otros juegos de Zelda en portátil. No es que sea corto (6 mazmorras es bastante), simplemente es que los veteranos nos quedaremos con ganas de más. Por ello está claro que este juego iba destinado desde el primer momento al público nuevo y más joven.
 Bueno, se acabó. Espero que no os haya dejado con ganas de más pues yo no vuelvo hasta la próxima semana. Hasta entonces tendréis que esperar. ¡Nos vemos!¡Y nos veremos!