No sé si tiene algo que ver que sea un año acabado en 13, (No creo en eso) pero es cierto que este verano está siendo un poco raro para mí.
Tuve que irme unos días antes de lo que había pensado, pues mi tía Dioni se nos fué, y lejos de vivir su marcha como una tragedia, ha sido una recuperación de muchas cosas. Primero en el funeral, el encuentro con una buena parte de mi familia a la que hacía muchos años que no veía y luego unos días despues, la vuelta a Berganzo para celebrar y recordar el día de mi Patrona La Virgen del Campo.
Compré unas flores, para que mi hermana pequeña hiciese un bonito centro, puso algunas de sus flores para que llevara flores de mi madre, porque ella lo hacía siempre y mis hermanos mayores vinieron a por nosotras, así llevando cada uno de nosotros a nuestros padres en el corazón, nos fuimos a Berganzo.
Hacía muchos años, unos 25, más o menos que pensaba volver al pueblo de mi madre, pero nunca llegaba el momento y este año la marcha de mi tía hizo el milagro, porque la casualidad quiso que fuera el día de la Virgen, que estuvieramos unos cuantos primos junto a mi tía Timotea, que siempre ha sido el alma de nuestros veranos en berganzo, que recorrieramos cada rincón del pueblo saludando a un montón de gente, la mayoría primos lejanos de mi madre o con algún parentesco, que nos reconocían por mi hermana mayor y nos preguntaban por mi madre y nos daban cientos de besos para ella, que hiciera un buen día para hacer fotos y recordar cuando subíamos con el tio Jose, al canal
O con la tía a Vallesprita, a regar la huerta
El río tan transparente y tan frio
El lavadero donde ibamos a lavar con la abuela Balbina y la tía Dioni (Ahora han echado cemento alrededor y está más alto pero lavavamos de pié)Es que en mi pueblo lavavamos de rodillas y se me hacía raro
Y la fuente....Para mi uno de mis mejores recuerdos llenar los cubos con la tía y beber del cubo pero poniendo la cara en la superficie,verte reflejada y luego beber
La plaza y sus berbenas por San Miguel, aprendiendo a bailar con mi padre, mis pies encima de los suyos y el me llevaba, así se quitaba la verguenza.....Luego algún tonteo con algún chico.....Y de fondo Papeles y su acordeón
Y una alegria inmensa al entrar en la casa donde vivieron mis abuelos, (Mil veces gracias Araceli, eres un cielo, te lo dije y no me cansaré nunca de decirtelo) Y verla como cuando vivian, practicamente igual, hasta algunos de los muebles, su huerto al lado como si la señora Balbina acabaría de estar en él.Para mí fué mágico, aunque para mi tia Timotea no lo fue tanto... demasiados recuerdos.
Una foto de la cueva, más bien un hundido en una roca, pero que a pesar de la pérdida de memoria, mi madre no olvida nunca y siempre nos pregunta por la cueva donde ella jugaba.
La casa que fué de mi tia Dioni, con su patio lleno de flores y su cocina grande, que hizo para cuando ibamos toda la tropa,acababa rendida pero se ponía feliz cuando ibamos ciento y la madre.
Nunca he ido a Disneyland pero yo tuve siempre mi particular disneyland y es este pequeño y precioso pueblo, donde nació mi madre y donde pasé maravillosos veranos, con mis abuelos(haciendo algunas cuentas) mis tios y mis primos y los amigos que allí hicimos, tambien aprendí muchas cosas, quizá no la fé de mi abuela y mi madre en la Virgen del Campo pero si esperanza, mucha esperanza y en los malos momentos agarrarme desesperadamente a esa tabla que ellas me han transmitido, que nunca está todo perdido y que sí, que existen los milagros, que en los peores momentos se abre una ventana a la esperanza y este año mi Virgen, la de mi madre, la de mi abuela, nos ha hecho el regalo más esperado.Un trabajo para mi hermano.Un día cuando más desesperada estaba, encontré una postal de la Virgen del Campo con unas palabras por detrás de mi madre y desde ese día me acompaña en un cuadrito con unas estrellitas bordadas en mi cuarto de costura.
Este sería el comienzo de esa fé de mi familia, pues ahí les bautizaron, pero donde de verdad se transmitió fué en su ejemplo en la vida, vidas complicadas, duras, donde no se pronunciaba nunca esas palabras tan modernas de solidaridad ni algunas por el estilo, se practicaba el ayudar a la familia el compartir , la alegria y sobre todo el perdonar despues de algún rifirafe.
Centros de flores especiales hechos por mi hermana.