Revista Educación

Un verano sin septiembre

Por Angelapepa

El batiburrillo de sensaciones encontradas que se desatan, impiden a veces pensar con claridad.

Quienes me seguís sabéis que suelo centrarme leyendo..., leyendo ciencia por aquello de que se trabaja con datos. Y lo que hoy pretendo es compartir algunas ideas con las que sopesar el asunto de los suspensos.

UN VERANO SIN SEPTIEMBRE

¿Podemos reconocer ahí algunos datos que coincidan con una "mala praxis"en el asunto de los SUSPENSOS?

Me planteo como hipótesis si somos conscientes de las palabras que utilizamos cuando nos comunicamos donde fuere no importa el quién, ni el porqué. Y para comprobarlo me procuro la siguiente relación.

TITULARES SENSACIONALISTAS=ETIQUETAS CONDUCTIVAS

Esta semejanza me interesa especialmente para hablar de lo que supone en el entorno familiar los SUSPENSOS; con el plus de saber, ya en julio, que los hijos han de repetir curso. Así, cuando comenzamos a poner etiquetas a determinadas conductas, como pueda ser
suspenso=vago,entramos en una dinámica del tipo correlación y causalidad; cuando lo que importa sea comprobar cómo se analiza el resultado: SUSPENSO.
No voy a seguir señalando una por una las doce propuestas de esta guía en relación a los SUSPENSOS, pero, indudablemente...

Lo más significativo de un resultado es que tiene un antes (proceso de elaboración) y que causa unos efectos, deseables o no, que son objeto de análisis para su repetición o mejora. En el caso del SUSPENSO, la mejora parece evidente.

Uno no cosecha un SUSPENSO intencionadamente; entre otros motivos porque ello implica no estar a la altura de quienes son capaces de aprobar; en otras palabras, porque se asocia a 'fracaso'. Ahora bien, cabe preguntarse, ¿quién fracasa? Desde luego, el propio sujeto es quien experimenta los efectos. La familia padece el contagio. El centro escolar, a la cabeza del claustro de profesores, se ve salpicado por el asunto de los porcentajes. El sistema educativo, alejado del sujeto como también de la familia y del centro educativo, ha de rendir cuentas en una sociedad conectada.

En todo caso, lo que importa es la persona que sufre. Y conocer el porqué de tal sufrimiento es lo esencial en este asunto de los SUSPENSOS. Es cierto que no sirven consejos, y que no existen recetas mágicas. Pero, si observamos la infografía compartida, podremos comprender que hay mucho que analizar en un resultado, como lo es un SUSPENSO, y que quizá las acciones inmediatas solo se puedan dar en la familia (seguir o no en el mismo colegio), aunque el SUSPENSO sea fruto de resultados parciales mal interpretados, incluso poco trabajados.

La metodología que utiliza el profesor en el aula, junto a su capacidad de observación determinada en parte por el propio desarrollo de la inteligencia emocional: son causa de muchos SUSPENSOS.



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