Revista Libros
Hace poco celebramos nuestro 25 aniversario de boda con un viaje que ha resultado, sin prepararlo, un paseo por los escenarios donde transcurren muchos libros y películas que he leído y visto.
Resulta emocionante contemplar de primera mano esos paisajes y ciudades, pensando en los personajes de ficción que me acompañaron antes durante el viaje imaginario que me supuso la lectura o sesión de cine.
Preferimos recorrer la costa este en autobus, una experiencia agotadora pero que nos ha permitido conocer mucho mejor la tierra que visitábamos. Cruzando el barrio de Queens no podía dejar de pensar en FREQUENCY, aquella peli en la que Denis Quade hablaba con su padre fallecido a través de una emisora de radioaficionado.
Horas despues, desde la autopista contemplaba a mi izquirda la bahía de Chesapeake y me acordaba de la serie de novelas románticas de Nora Roberts.
Y al pasar por el puerto de Baltimore recordaba MYSTIC RIVER de Dennis Lehane y su excelente adaptación cinematográfica de Clint Easwod.
También JUGANDO CON FUEGO de la Roberts.
Cruzar el estado de Maryland era acordarme inevitablemente de esta escritora y de su serie de novelas protagonizada por los hermanos McKade.
En Filadelfia me acordaba de tres películas inolvidables, la del mismo nombre de Denzel Washington y Tom Hanks, de ROCKY subiendo la escalera del Museo de Arte y de HISTORIAS DE FILADELFIA, encantadora comedia de Cary Grant y Katharine Hepburn.
Al cruzar el río Potomack, ya en el estado de Virginia, me acordaba de la novela, que tanto me gustó, EN TIERRA SALVAJE de Mary Sharratt. Otra vez me vinieron a la mente Clint Easwood y sus películas bélicas ante el monumento a Iwo Jima.
En Washington, Clint Easwood otra vez. En cada rincón veía un escenario de su película EN LA LÍNEA DE FUEGO.
Por cierto, estuvimos ante la casa donde se filmó EL EXHORCISTA, la habitación de Linda Blair es la ventana de la izquierda.
Cambiamos de rumbo, de camino al norte y de nuevo en el estado de Pensilvania, al pasar por el condado de Lancaster pensaba en la película de Harryson Ford ÚNICO TESTIGO, cuando se nos cruzaron por el camino algunos Amish en sus calesas de caballos.
La carretera iba paralela a la orilla izquierda del río Susquehanna, escenarios donde se rodó la película EL ÚLTIMO MOHICANO, estupenda adaptación con bellísima banda sonora de la novela homónima de J. Fenimoore Cooper.
Atravesamos los montes Apalaches y al llegar a Buffalo, pensaba en la novela LA CIUDAD DE LA LUZ de Laureen Belfer.
Y una vez estuve delante de las cataratas, cómo no acordarme de NIÁGARA, la inolvidable película de Marilyn Monroe. Al cruzar la frontera de Canadá, me acordé de las muchas veces que hacían lo mismo Teddi y King, entre riñas y besos, en la novela MI ADORLABLE ENEMIGO de mi querida Diana Palmer.
De regreso a Nueva York, atravesamos el estado de Nueva Jersey que me transportaba a algunas novelas de Mary Higgins Clark, que es además donde vive..
En la isla Roosevelt pensaba en lo diferente que era en la época en que transcurre el libro LA LEYENDA DE LA ISLA SIN VOZ de Vanessa Monfort.
Llegada a la Nueva York tan bien descrita por Beverly Swerling en LA CIUDAD DE LOS SUEÑOS y por la apasionante novela de Edward Rutherfurd.
Y de nuevo en Manhattan, ahí sí disfruté pisando los escenarios reales que han recorrido y los mismo donde se han amado los personajes de mis dos novelas de entreguerras: DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN y UNA CHICA CON ESTILO.
Leer es viajar con la imaginación, y a veces viajar es una preciosa manera de rememorar historias inolvidables que un día fueron imaginadas.